sábado, 10 de enero de 2009

Editorial (Núm. 175, Enero-Marzo, 2009)

Iniciamos este año con “manteles largos” ¡Estamos de plácemes! Cumplimos 18 años de un proyecto editorial que ha estado signado por dos valores: Resistencia y esperanza. A pesar de los obstáculos y carencias seguimos vivos y presentes. Si alguien preguntara: ¿Están contentos? Nuestra respuesta inmediata sería: ¡ESTAMOS MUY CONTENTOS! Cumplimos la mayoría de edad en un proyecto de la Universidad Pedagógica Nacional que quizá sea de los pocos que aún se mantienen con vida.

En esta edición retomamos con entusiasmo uno de los temas que mejor han caracterizado a la Unidad 095 D.F. Azcapotzalco: La Educación Ambiental.

La Educación Ambiental es otro de los proyectos que distinguen a la UPN 095 D.F. Azcapotzalco. A través del bastión que ha significado la Maestría en Educación Ambiental con nueve generaciones de estudiantes tal vez sea el posgrado con mas antigüedad, en ese ámbito, en nuestro país y quizá en Latinoamérica.

En esta ocasión las imágenes que acompañan los textos recuerdan el Centenario del Primer Manifiesto Futurista (1909), uno de los primeros movimientos artísticos de vanguardia del siglo XX y del que rescatamos sobre todo el impulso vital que lo caracterizó, con pintores como Boccioni, Carrá, Balla y Russolo. Además incluímos algunas imágenes de Salvador Dalí en su vigésimo aniversario luctuoso (23 de enero de 1989).

Educación Ambiental: Espacios y futuros posibles (Presentación)

Miguel Ángel Arias Ortega

Acérquense al borde
No queremos. Tenemos miedo
Acérquense al borde
No podemos, nos vamos a caer
Acérquense al borde. Les repitió.
Y ellos se acercaron

Él los empujó
Y ellos…
Volaron
Apollinaire

Presentación
El desarrollo de acciones y proyectos pedagógicos orientados a tratar de revertir, prevenir, aminorar y en algunos casos, resolver problemas ambientales tiene poco más de dos décadas en nuestro contexto, fue a mediados de los años 80´s el escenario en que se empezaron a dar las primeras voces de alarma sobre las consecuencias del deterioro de los ecosistemas en la salud de la población, en los procesos productivos nacionales y en los propios ecosistemas. Su recorrido histórico en nuestro país ha tenido diversos momentos, donde podemos reconocer acciones de enorme impulso y apoyos incondicionales como también situaciones donde ha sido víctima de las incomprensiones, vanidades, oportunismos y descalificaciones. No obstante podemos decir que se ha avanzado, o por lo menos, estamos en un lugar distinto de aquel donde se empezó. Hoy es común escuchar a diferentes actores sociales, instituciones y políticos que hacen alusión a la importancia de generar acciones educativas orientadas a modificar las formas en que nos hemos relacionado con nosotros mismos, con los demás seres humanos y con la naturaleza. Se han desarrollado procesos de formación profesionales dentro de las instituciones de educación superior, que buscan generar una perspectiva ambiental en los profesionistas que se acercan a ellos. Las organizaciones de la sociedad civil han mostrado su preocupación por fomentar en los grupos sociales nuevos conocimientos, información y experiencias vinculadas al ambiente. Se han editado documentos, libros y materiales didácticos que apoyan los procesos educativos dentro del salón de clase y que se relacionan con temas ambientales. Dentro de algunos centros de investigación científica, la línea de lo ambiental ha empezado a cobrar relevancia y hay un importante desarrollo de proyectos en la materia, etc. Aunque es difícil dejar de ver estos avances, también es cierto que aún son insuficientes y que los problemas del medio ambiente siguen teniendo repercusiones importantes en diferentes ámbitos y niveles de la vida de los individuos, de manera particular, en aquellos grupos en situación de pobreza y marginación social y cultural.
Con lo anterior, surge una pregunta obligada: ¿Y la educación ambiental en México? Ausente y escondida, podemos decir. Debilitada y poco visible, podríamos agregar. Dos aspectos apoyan en principio, esta afirmación; el primero es el trabajo de investigación de Sonia Rosales Romero de la UPN-095, —que incluye un artículo en este volumen—, quien hace un análisis de los discursos ambientales en la prensa escrita en la ciudad de México, y donde nos señala que el tema de la educación ambiental está prácticamente ausente del sentir y pensar de sectores como el académico, social, político y religioso. El segundo una encuesta que realicé a 175 personas de 5 estados de la república mexicana y del Distrito Federal, a quienes cuestioné sobre su percepción respecto a las organizaciones de la sociedad civil vinculadas con el medio ambiente, y que al preguntarles sobre el papel educativo de este tipo de organizaciones, señalaron que si bien es importante su labor educativa, desconocen quiénes son y desconocen el trabajo que llevan a cabo, toda vez que no se ve reflejado en acciones concretas que ayuden a mejorar las condiciones ambientales en nuestro país. Más preguntas, ¿Qué ha pasado entonces en estos años con el campo de la educación ambiental en nuestro contexto?, ¿Porqué no hemos podido lograr una mayor visibilidad social? ¿Por qué no hemos podido posicionar a la educación ambiental como uno de los aspectos centrales para la sociedad, en la búsqueda de alternativas ante la crisis ambiental?¿cuáles deben ser las directrices, políticas y acciones que nos conduzcan a una consolidación del campo en México? Tal vez cada uno de nosotros tengamos nuestra propia explicación sobre el hecho, y sin duda que la tenemos, y las respuestas giraran en torno a causantes y hechos, donde encontraremos nuestros mayores puntos de desencuentros, y porque no, de confrontación. Pero en lo que sí creo que hay coincidencias en todos aquellos que han trabajado dentro de este campo emergente de conocimientos, es que no podemos dejar que la educación ambiental como proyecto orientado hacia el futuro perezca. ¿Y, por qué? Porque sigue siendo útil, porque con ella, tenemos la posibilidad de construir nuevos escenarios presentes y futuros para nuestros destinos, porque como dice Javier Reyes sobrevive porque tiene utilidad, dado que en ella no ha predominado la intención de resolver problemas entonando lamentos ni jugando al pregonero de los errores ecológicos, sino que ha ido desplegando sentidos, ideas, instrumentos y la terquedad necesaria para enarbolar un prolongado aliento abierto al futuro.
Aunque en términos temporales y tomando como referencia que la educación ambiental ante todo es un proceso social orientado al futuro, podemos señalar que poco más de dos décadas es un lapso corto para su consolidación social e institucional, y que aún es joven y que se encuentra en un constante proceso de construcción y reformulación. Sin embargo, también son claros y contundentes los limitados e insuficientes resultados hasta el momento que se han ofrecido dentro del campo, y que en mucho han contribuido a su poca, y en algunos casos nula presencia en el imaginario social e institucional de los ciudadanos.
Este hecho resulta primordial y preocupante, si tomamos como punto de partida que la educación ambiental debe ser una estrategia orientada a que los diferentes grupos sociales puedan analizar las formas en que su participación puede contribuir a mejorar nuestro medio ambiente, pero al mismo tiempo a construir y establecer un tipo de educación que trabaje por los ideales de paz, justicia social, por una mejor comprensión entre las personas, por fomentar la interculturalidad entre los pueblos, la democracia y la protección de los ecosistemas, y todos en su conjunto, siguen siendo uno de los asuntos pendientes para todos aquellos que deseamos que las cosas sucedan mejor, y que se construya un camino de esperanza y posibilidades reales para quienes parecen una situación de pobreza, marginación y abandono. Sin duda, el reto es enorme y exige de nosotros nuevas formas de pensarnos, de pensar a los otros y de convivir y estar en el mundo. Un desafío que en el ámbito de lo pedagógico y lo ambiental, demanda una reflexión comprometida sobre las formas que hemos analizado y nos hemos explicado los fenómenos de la realidad, así como las formas en que hemos construido nuestras propuestas de acción para tratar de dar respuesta a las necesidades que ello nos plantea. De tal suerte, que hoy en día precisamos de marcos conceptuales, estratégicos y operativos que nos permitan afrontar la complejidad ambiental, que nos brinden elementos para proponer un cambio concurrente y profundo en todas las esferas de la realidad –social, económica, cultural, de estilo de vida, de valores, etc.,- y que nos permitan construir prácticas sociales asentadas en una nueva racionalidad ambiental.
Con este número de la revista Caminos Abiertos dedicado al tema de la educación ambiental ¡Estamos de plácemes! Se cumplen 18 años de que este proyecto editorial vio la luz y que ha estado signado por dos valores: Resistencia y esperanza. A pesar de los obstáculos y carencias seguimos vivos y presentes. Si alguien preguntara: ¿Están contentos? Nuestra respuesta inmediata sería: ¡Estamos muy contentos! Cumplimos la mayoría de edad en un proyecto de la Universidad Pedagógica Nacional que quizá sea de los pocos que aún se mantienen con vida y que siempre ha tenido una inquietud central por incorporar discusiones sobre la problemática ambiental en sus páginas y ver sus posibilidades de intervención a través de la educación. Con este tipo de esfuerzos queremos contribuir a que sean mayores los espacios donde la educación ambiental encuentre intersticios de eco y desarrollo, de creatividad y espontaneidad, de posibilidades y esperanzas, de futuros y construcción de futuros, en una palabra, espacios donde la educación ambiental sea una realidad, en potencia y acto.
El conjunto de artículos que integran este volumen busca hacer evidente que la educación ambiental tiene una gran posibilidad para integrarse en el centro y la periferia de algunas discusiones y temas de interés de nuestra vida cotidiana, donde podemos conjugar lo individual, lo profesional, lo institucional y lo comunitario, integrar la educación ambiental a todas las acciones y pensamientos de nuestra existencia.
El contenido se inicia con el trabajo: “La potencia y la creatividad de la literatura a la educación ambiental o como el abanderado con un hilito de sangre vencieron a los búfalos mojados” de Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán que nos ofrece algunas reflexiones sobre el campo de la educación ambiental y sobre los destinos de ésta en el contexto en que se ha desarrollado en México. Nos invita a analizar —en el marco del seminario: Literatura y Educación Ambiental, celebrado en una cantina en la ciudad de Guadalajara, Jalisco y convocado por el programa de la maestría en educación ambiental de la UDG—, las formas en que como educadores hemos asumido o no nuestro papel, a criticarnos y criticar lo que los otros han hecho… a no permitir que el campo se vuelva una secta y que esto lo lleve a perder el foco de lo que busca y sobretodo, de lo que pretende. Ante ello, nos hace una invitación a buscar los caminos de la creatividad y la esperanza, de pensar y sentir y de intentar nuevos senderos para comunicar, transmitir y generar conocimientos significativos y de alto impacto; a buscar nuevas veredas, más rectas y sin poderes que aspirar o adorar. Menos adoración y más creatividad.
David Lara a través de su artículo intitulado: “Percepción de los problemas ambientales de México a través de la mirada de estudiantes universitarios de licenciatura”, nos muestra una visión sobre la percepción de los estudiantes universitarios de carreras profesionales directamente estructuradas sobre la problemática ambiental, o que podríamos señalar como carreras ligadas a la “naturaleza” y aquellas que “aparentemente” están menos vinculadas a la problemática ambiental. Parte de considerar que para abordar los problemas del medio ambiente y tratar de buscar soluciones de fondo, habría antes que identificarlos, entenderlos, comprenderlos, jerarquizarlos y priorizarlos de forma apropiada, con el fin de optimizar los intentos y soluciones aplicados a ellos. Es necesario replantearse cuáles son los más importantes para el país, puesto que mientras no se dé un conocimiento profundo de los mismos, las soluciones seguirán siendo paliativas. Los resultados que nos ofrece nos permite ver la dimensión del reto que tenemos frente a nosotros, toda vez que se advierte que son limitadas las condiciones para que los estudiantes consultados participen más atinadamente en los procesos participativos que buscan atender los problemas nacionales del ambiente.
Por su parte, Sonia Rosales Romero, escribe el artículo: “Los discursos ambientales en la prensa escrita”, con el cual nos ofrece una panorámica sobre la forma en que se concibe y construye lo ambiental en algunos de los grupos de individuos, de manera concreta, en el sector social (ciudadanos, organizaciones civiles, especialistas y comunicadores), político (partidos políticos y funcionarios), empresarial y religioso. El trabajo buscó indagar sobre cuáles eran las percepciones sobre la educación ambiental, el medio ambiente, el desarrollo sustentable y la problemática ambiental en este tipo de grupos y cómo se manifestaban en los discursos que emitían en los tres periódicos de mayor circulación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México: El Universal, Reforma y La Jornada. Tomó como punto de partida que en la prensa escrita, el discurso ambiental está representado por una extensa variedad de concepciones que se construyen desde los diferentes espacios que conforman a cada sector social y son las posiciones discursivas uno de los factores que los identifica como grupo y que garantiza su presencia en la sociedad. Resalta que a pesar de la heterogeneidad de los integrantes de los sectores, sus particulares visiones, su historia personal y las formas de manifestarlo, es posible considerar la existencia de un discurso dominante de lo ambiental en nuestra sociedad.
Oswaldo Escobar Uribe, escribe: “La educación ambiental en la enseñanza de la lengua extranjera inglés en la secundaria del Distrito Federal. Una Intervención Didáctica, 2006-2007”, donde insiste sobre la necesidad de que dentro del sistema educativo nacional se formen estudiantes críticos, reflexivos y participativos, con el fin de construir alternativas de solución integrales a los problemas ambientales de nuestro tiempo. Su trabajo analiza la experiencia desarrollada con estudiantes de nivel secundaria —tercer grado—, en una escuela pública del Distrito Federal, donde utiliza la enseñanza del idioma de la lengua extrajera inglés como medio de información, formación y desarrollo de actitudes y conductas para abordar temas ambientales. Al tiempo que busca que esta experiencia de intervención se constituya en una herramienta de comunicación para adquirir conocimiento, expresar y comprender ideas, sentimientos, percepciones, etc., para el desarrollo posterior de estrategias de aprendizaje e interacción con el medio ambiente desde el aula escolar.
José Luis Silverio Morales, nos propone algunas alternativas educativas para realizar desde cualquier aula y desde cualquier nivel escolar, acciones que repercutan en la protección, conocimiento, información y mejoramiento del medio ambiente. En su artículo: “Propuestas viables de la educación ambiental para la escuela en general”, nos formula una invitación para retomar y promover los propósitos de la educación, a cultivar una cultura científica, a promover una alimentación sana, a fomentar aprendizajes reflexivos en el aula, a ejercer el conocimiento interdisciplinario y finalmente, a promover una conciencia ambiental en todos los individuos. En una palabra, su artículo es una invitación abierta para que nos acerquemos a una cultura amplia y trascendente, desde el campo de la educación ambiental.
En el artículo: “El docente de educación primaria en el Distrito Federal y la educación ambiental”, Alma Rosa Suárez Ruiz discute y nos ofrece una experiencia de trabajo orientada a la formación de los docentes en el campo de la educación ambiental. Enfatiza sobre la necesidad que tienen los profesores de contar con las herramientas teóricas y prácticas indispensables para incorporar la dimensión ambiental dentro de sus salones de clase; de ahí la importancia de ofrecer a los docentes de educación básica, procesos de formación-actualización que fortalezcan sus enfoques, visiones y concepciones en relación con este campo de estudio. Hace un llamado para aprovechar los espacios institucionales con los que cuentan las escuelas primarias, y ofrecer en ello, elementos de referencia, información y actualización que los ayuden a abordar la educación ambiental de una manera holística, contextualizada e histórica, que promueva la formación de individuos críticos y reflexivos capaces de buscar mejores formas de relacionarse con el entorno y responder de manera adecuada, los retos ambientales del momento.
Cecilia Escárcega Solís, hace una reflexión sobre los aspectos jurídicos vinculados al campo de la educación ambiental, parte de considerar que resulta fundamental la comprensión del marco jurídico que en materia de educación ambiental se tiene establecido en México, con el fin de conocer cuáles serían los derechos y obligaciones de los ciudadanos. Su artículo intitulado: “Análisis del marco jurídico en materia de educación ambiental en México”, discute sobre la importancia de tener claridad respecto a la competencia territorial: ámbitos Federal, Estatal y Municipal, donde se debe de considerar el ámbito internacional: Tratados y Convenios Internacionales, los cuales conforman parte de nuestro sistema jurídico mexicano; contexto en el que se analiza lo tipificado en materia de educación ambiental vigente en nuestro país. Señala que en la medida que conozcamos tendremos mayores posibilidades de incidir desde nuestro espacio de actuación en este campo.

En el planeta Tierra
En la ciudad de Ciudad de México
En la colonia Polanco
En el invierno del 2009

jueves, 8 de enero de 2009

La potencia y la creatividad de la literatura a la Educación Ambiental o como el abanderado con un hilito de sangre vencieron a los búfalos mojados

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán[1]

"Ve lo grande que es el mundo- dijo-, y esta esperando que tu lo recorras. Velo bien por que dentro de ti tienes un horizonte igualito, igual de grande, igual de imponente. Algún día, o mañana, o al rato, quién sabe, cuando aprendas a mirar dentro de ti, cuando descubras las montañas de nobleza que hay en tu corazón, los apacibles lagos en los que flota tu pensamiento, los poderosos ríos de sangre en cuya superficie boga tu vida, algún día, cuando descubras todo eso, no vas a querer salir de ti mismo y todo lo demás te va a parecer frívolo, inútil, que está demás, como una esponja que no guarda agua. No vas a querer salir de ti mismo sino para vaciar en las personas que te rodean todo el amor que tu, hijo, eres capaz de dar. Lo demás no debe angustiarte. Puede dolerte o no, puede sacarte lágrimas, pero tu debes aprender a caminar a través de las lágrimas y a hacer con la basura lo que hacen con ella los hombres sabios: aprovecharla para construir, para sembrar. Para dotar a la tierra de belleza y frutos."
Eusebio Ruvalcaba (Lo que tu necesitas es tener una bicicleta ,1995: 40)
Introducción: agradecimientos, foros y homenajes
Agradezco a Javier Reyes y a Elba – por la idea y la obsesionada persistencia después de más de un año haya logrado sentarnos a la mesa de tan imponente antro con escenografía que oscila entre una película de David Lynch (Mulholland Drive) y un puesto de la Lagunilla en la ciudad de México los domingos-, también a Universidad de Guadalajara, a la prestigiadísima y deslumbrante Feria Internacional del Libro y los demás integrantes del Comité Organizador por el atrevimiento de convocarnos a este Seminario irredento sobre literatura y medio ambiente. Digo atrevimiento porque ni Eusebio Rubalcaba ni Carlos Martínez Rentería, ni Fedro, ni Borja, ni el poeta Nieto o el guionista Mendoza, ninguno de nosotros en realidad para abreviar tiene ochenta años, ni será nunca presa de homenajes acartonados, desmemoriados y oficiales. Y si de tiempo se trata y para ir entrando en materia, tampoco a la educación ambiental le queda mucho tiempo: o se transforma en otra cosa o desaparece para siempre. Por lo que va el primer brindis- de esta tarde- por la linda unión de las letras y la educación ambiental que hoy cruzan espadas en buena lid, ¡salud! ¡Por que se oxigenen juntas y se emborrachen festivamente esta noche y todas las que siguen!

La semana ante-pasada justo los días 22 y 23 de noviembre, en la ciudad de México se celebró el Primer Foro Globe de legisladores de América. En ese marco, el sábado 22 Barack Obama, muy al estilo de su campaña mediática recién ganada (en la que you tube fue un pilar incuestionable), irrumpe virtualmente en el Salón Verde del Palacio Legislativo de San Lázaro, con un discurso inusitado para quien ocupará la Casa Blanca en los Estados Unidos los próximos 4 años. Dice Obama:

"El cambio climático, y nuestra dependencia del petróleo, si no los resolvemos, son una amenaza en contra de la seguridad nacional de nuestro país. Vemos que muchas empresas están haciendo su parte, invirtiendo en las tecnologías limpias, pero en Washington con mucha frecuencia no han demostrado el mismo liderazgo.
"Vamos a comenzar con objetivos claros, anuales, que fijan la dirección para reducir las emisiones para el año 2020, para que invirtamos 15 mil millones de dólares cada año para tener un futuro limpio, invertir en energía solar, en la eólica y también vamos a ver todo lo que sea posible hacer con la energía nuclear. Esta inversión no sólo nos va a ayudar a reducir nuestra dependencia sobre el petróleo que viene del extranjero y darnos más seguridad en Estados Unidos, no sólo nos va a ayudar a tener un futuro limpio, salvando al planeta, sino que también nos va a permitir generar 5 millones de nuevos empleos limpios, verdes, que no se pueden encontrar por fuera”. (La Jornada: 23/11/2008)

Aunque prevalece el discurso de un liderazgo férreo y la centralidad americana en el político mulato, que en la realidad francamente sabemos que se encuentra desquebrajado ante una crisis financiera que todavía no toca fondo, hay indicios en lo antes señalado, de un golpe de timón en política ambiental, sobre todo en tres rasgos, a saber: el desprendimiento de una política petrolera a ultranza, el uso de nuevas energías conectado con la creación de empleos y la esperanza del futro limpio (sea cual fuere, el acento sería aquí en la idea de porvenir).
Después de esa irrupción portátil con la magia del video. Los congresistas de las Américas no podía dejar de dar fe, testimonio de lo sesudamente realizado esos días. Al respecto destacamos sólo dos puntos de la llamada Declaración del Foro Globe:
-Tanto los países industrializados como los en vías de desarrollo deben comprometerse a reducir la emisión de gases, a condición que las naciones más industrializadas cumplan las metas acordadas en términos de reducción de emisiones, transferencia tecnológica y financiamiento.
- En momentos en que se programa concluir las negociaciones de las Naciones Unidas en Copenhague en diciembre de 2009 sobre el marco post-2012 para enfrentar al cambio climático, por este medio respaldamos plenamente el documento de Globe sobre el periodo posterior 2012 aprobado por legisladores del G-8 y de las principales economías emergentes en Tokio en junio de 2008. (La Jornada: 25/11/2008).

No quiero alzar el rostro y ver caras de desconcierto, que resuman: a este buey ya le salió lo mamón, ¿no qué íbamos a chupar tranquilos hoy como ayer?
Colegas, literatos, parroquianos y amigos todos, de buena parte de los dos párrafos indescifrables antes citados va la vida de la especie humana, que se juega en los próximos años. Ante esto tengo varias preguntas:
¿Por qué yo que soy un vago (apunta Fadanelli en su última obra que es esta otra forma de conocimiento) que lee tres periódicos diarios no estaba enterado del Foro de Congresistas de las Américas?
¿Por qué si soy un educador ambiental ya con mis cada vez menos ocultos lustros encima nadie me corrió una cortesía aunque fuera para estar en gayola?
¿Mi fama de oveja negra ha llegado hasta los legisladores o simplemente no existo para ellos?
¿Qué pasará en Copenhague dentro de un año?
¿Irá la selección todavía con Eriksson, o habrá regresado el Vasco o de perdida Hugo?
¿Qué acordaron esos luminosos legisladores del G-8?
¿La gente (es decir la que veo en el pesero, en el metro, en los estadios, en un concierto, en mi salón de clase, en el tianguis, en la cocina económica, en el cine o en el puesto de películas piratas, la que chatea y pasa el tiempo entre el Hi5, el celular y el zapping, a los que veo empujando los carritos de supermercado, los taxistas a los que les pregunto aquí en Guadalajara si le van a chivas o al Atlas o la que se talla el lomo todos los días para sobrevivir)sabrá que pasó en Tokio en el 2008 o en el invierno y derrota del gobierno Norteamericano de la Reunión de Bali en el 2007?
¿Por qué no vino el gran Leonardo Meza para que nos explique que es trasferencia tecnológica?
Yo me enteré del evento por mi amigo uruguayo, el periodista ambiental Hernán Sorhuet, con el que cené el sábado, teniendo como vista de fondo la nada sustentable pista de hielo de la Ciudad de México. Entre el guacamole y una cerveza me dijo en tono de tristeza:

-Creo que hemos errado el camino al comunicar y educar ambientalmente. Creen algunos educadores ambientales que mientras menos se les entienda es mejor. Somos solo un grupito que quiere hacerse oír con gente que toma decisiones que tiene un discurso muy compactito: el de los intereses que los pusieron ahí. Hay que ser claros, que nos demos a entender con la gente.
Mira vos que Cristo, por ejemplo, trabaja con discursos claros y ya viste cuantos adeptos. En cambio en nuestros países quién ha asumido el liderazgo de lo ambiental parece no tener remedio.
Hernán se despidió siempre gentil:
-Estar con vosotros fue como una bocanada de aire puro, entre tanto protocolo.

Ahora estoy en Jalisco, cuna de Orozco, de Arreola, de Rulfo, Yáñez, Nandino, Ruvalcaba, tratando de aprender de la literatura, como conectar con la gente. Estoy en una cantina rodeado de amigos de mucho tiempo y otros que conocí hace 24 horas y me digo que no hay mejor lugar para dignificar nuestro campo. He intentar nuevos caminos para comunicar; significativos y de alto impacto. Buscar nuevas veredas, más rectas y sin poderes que aspirar o adorar.
Pero pongamos la pausita, vamos tocando la bola, saliendo desde abajo, más calmadito. En Educación ambiental casi por ahí de la segunda sesión formativa se aprende que esto es un proceso, que es complejo e interdisciplinario y que a uno lo han engañado todo el tiempo, la educación y los medios, fragmentando la realidad. Y otras cosas que si no las aprendió uno en este noble campo, si las viene practicando cotidianamente como aquella conseja del Sabina de que dos no es igual a uno más uno.

Porque pido disculpas pero si voy a ir por partes, dado que de inmediato que puse el cursor en enviar en el título de la ponencia, ya no supe como echar para atrás. Entonces me permitiré ir tocando cada una de las ideas que mande por título tratando de dar una idea general. También pretendo rendir tributo al Mtro E. Ruvalcaba que es hace mucho tiempo uno de mis asesores en materia ambiental y de escritura, aunque él lo ignorara hasta este momento.

La potencia y la creatividad de la literatura
Un libro es un organismo vivo, también como quieren las metáforas canónicas, un instrumento que traza geografías, una herramienta y una brújula en las encrucijadas del mundo. (…)Los libros constituyen universos portátiles. Cada quién refleja la imagen de lo que ha leído, y en alguna parte ignota estarán atesoradas nuestras fotografías anómalas, atroces, bellas, cómicas o urgidas de consuelo en la que aparecemos bajo la imagen y semejanza de lo que hemos leído. (…) Buscamos orientarnos y desorientarnos, afinar dotes de supervivencia, el hechizo y los riesgos que urdan un plan evasivo y de encuentro. El croquis perfecto contra los asedios circundantes y contra uno mismo.
Sergio González Rodríguez

También yo busco la evasión del mundo y de mí. Cansado y harto de mis infiernos internos y de los paraísos externos y al revés. Y eso casi siempre sucede gracias al diván cinematográfico y a la letra impresa . Por supuesto a estos dos vicios mayores no se llega fácilmente. La escuela casi esta imposibilitada, por su origen, estructura y fin para asimilarlos y propagarlos. En mi caso el rito de iniciación tuvo que ver más con la amistad y la sensibilidad que con la escuela.

He confesado que fui un lector tardío, mi primer libro fue Gazapo, de Gustavo Sainz ya bien entrada la Adolescencia. Al ingresar a la Universidad noté que mi reciente incorporación a la fila de los lectores de libros, me salvaría la vida en un recinto en el que la lectura era el pan de cada día. Aprendí que no podía llegar a una clase sin haber leído, algo que pagan mis alumnos todos los días. Pobres cabrones. Fue un tiempo en el que también por necesidad me volví al marxismo: primero con resistencia, luego con verdadera pasión y finalmente con distancia. Afortunadamente dos cosas me salvaron: estudié una carrera paralela con Mauricio Tenorio, compañero de carrera como único docente. El guiaba sutilmente mi huída del mundo de la lucha de clases hacia el edén de las letras. Así al terminar los trimestres si me veía con la Ley de Herodes de Jorge Ibargüengoitia me decía, lee Las Muertas y Dos crímenes, con eso es suficiente. Si traía bajo el brazo El gato de García Ponce, me recomendaba Crónica de la Intervención. También me enseñó a leer a O. Paz, C. Fuentes y Borges. Me dosificaba “no puedes saltar de los Cuentos de Cortazar a Rayuela “. En su casa, siempre olorosa de madera fina, tuve la sensación espléndida de que el mejor habitante de las casas después de la familia, una planta y una mascota son los libros..

La otra influencia fue el cine dividida en tres: una novia que para ligármela le confesé mi amor cinematográfico, me regaló ya de novios: La aventura del cine mexicano de Jorge Ayala Blanco. En las primeras cuartillas me quedó claro que hay quién sabe de cine y quien va, paga su boleto y lo siguiente sería callar. Además me regaló muchos libros de cine de Galindo, García Riera y Gustavo García. Me empecé a formar en el cine, sobre todo el nacional hasta que en la Normal Superior, Ricardo Espinosa de los Monteros otro compañero letrado de clase, dijo una frase lapidaria: no hay buen cine mexicano de calidad. Le hablé de Buñuel (español) , de Gavaldón y el indio Fernández , Galindo y Ripstein. Con una sonrisa me dijo que lo acompañara a Gandhi (la única que existía, en Miguel Ángel de Quevedo) me llevó a la sección de cine que no abandoné hasta que me corrieron del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos. La tercera influencia relacionada con el cine fue la lectura de guiones y novelas relacionadas con el cine. En realidad la Gandhi, ahora tan cambiada, sigue siendo una amante oculta. Ayer mismo compré aquí en el stand de la Feria un pinche librote sobre el Cine Norteamericano de los años Cuarenta del siglo XX, que no sé como voy a cargar cuando me vaya.

Esta historia de mi vida con los libros ya la he contado. Tengo que decir que como el más culto del portero que ha tenido el Atlante, Félix Fernández, esta huida sin fin hacia la lectura de la literatura y el cine te llevan a escribir. Así por puro gusto hemos llenado algunas páginas. Cosas todas malas pero sinceras sobre estas pasiones ya por lo tanto no tan ocultas.

Soy un simple educador ambiental, sin embargo, he intentado escribir ensayo, cuento y una novela colectiva por correo electrónico. Soy solo un aprendiz, siempre lo seré inevitablemente. Mi relación con el hecho literario es triple: dolorosa, placentera y necesaria. No es fácil escribir es indispensable la técnica, el tiempo, la pasión, la disciplina, ideas y el fervor de llevarlas al papel. Yo por ejemplo busco miles de pretextos antes de sentarme y poner los dedos en el teclado; que sí eso no deja, que quien lo va a leer, que si tiene algún sentido, que si mejor saco a la perra a pasear, que quien va publicar esta porquería, etc. Por eso mi aprecio por los escritores es grande. Seres que le dan la vida entera a la letra escrita. En esta sociedad de iletrados ellos apuestan ciegamente a contar historias. Mis respetos para los colegas que en estos días nos han regalado su obra y compartido su experiencia. Que se forzaron a pensar ambientalmente.

Por lo que también el goce que produce escribir es inmenso. Los que están aquí, que si son profesionales del oficio lo saben mejor que yo: que el clímax está en encontrarnos, en relatar algo que nos ha sorprendido, que merece ser contado, que nos produjo alegría hasta ahogarnos de la risa, nos desgarró el alma o nos hizo pensar.

Para un educador ambiental escribir es una necesidad. No es opción. Hay mucho que compartir, que mostrar, que documentar, que denunciar, que develar, que relacionar, que integrar. Esta consigna para mi es clave a la hora de echar a perder, es decir, formar educadores ambientales, que escriban, como puedan pero que no se nieguen ese derecho y responsabilidad.

Y mentiría si dijera que no lo hemos intentado, en carne propia, ahí están: documentales, ponencias, novelas juveniles, conferencias, intervenciones educativas, investigaciones y miles de clases.
¿Y que has logrado, mi cabrón?

Mucho o casi nada, según como amanezca de juez conmigo. Por ejemplo hoy amanecí queriéndome un chingo y me dije: entre otras cosas ser amablemente considerado para estar aquí re-inventado la pedagogía ambiental mexicana. ¿Amaneciste soberbio? No, más bien preocupado.

La literatura a la educación ambiental
Soy educador ambiental, como decía, por que me fabriqué esa mentira como destino y me convenzo todos los días que vale la pena seguir atando un eslabón con lo que viene, aunque parezca todavía que los locos somos nosotros y no todos los demás. Hay mucho de mesianismo y de apostolado. Pero que remedio.

Creo que no hemos llegado lejos, por que otros discursos son más poderosos, en todos los sentidos. Pienso en la literatura y me postro ante ella. Y aunque las comparaciones son odiosas y las generalizaciones erróneas. Veamos el siguiente cuadro:




El cuadro es un primer intento crítico pero pretende señalar en donde estamos parados, justo para hacer algo distinto que puede partir de este templo del saber.

Para documentar nuestro espíritu otro comparativo sobre literatura y Medio Ambiente: la Feria del libro, que ayer visité, está llena de literatura (novelas, cuentos, teatro, poesía) miles de volúmenes que la gente exhibe y compra . Y la educación ambiental, bien gracias.

El abanderado
"El abanderado (versión libre de un cuento de Don Eusebio actualizada por un educador ambiental. Con su permiso)"

"Lo último que hubiera querido: que me escogieran para El Seminario de Literatura y Medio Ambiente. Porque es mejor estar en mi Programa Académico marginado del campo, sin que nadie se fije en ti ni tú te fijes en nadie, aunque siempre hay la posibilidad de que desde tu Universidad tú si te fijes en lo que quieras, sea persona, animal, mueble o ciudadano director general (como no le gusta que le digamos al ciudadano Chava Morelos al que también le agradecemos esta convivencia).Pero ni modo. Me escogieron y ahí no puedes decir fíjense que no, gracias. Porque lo deciden entre Educadores Ambientales. Dicen que se fijan en todo, ó sea en lo que algunos les han hecho creer que es todo: las certificaciones, la calidad, los egresados, las publicaciones y la conducta. Claro está que tienes que estar en el Padrón de Excelencia. Pero estar en el Seminario es muy cansado. Te sacan a las 5 la mañana de tu cama y bajo el puritito frío chilango y te han mandan un chingo de mail donde unos contradicen a otros. Pero ves buena fe y dices va, por la misión que te has echado sobre el lomo, sin que nadie te lo pidiera.Así que cuando Reyes y García apuntaron mi nombre en la invitación dije sopas, aquí se acabo mi felicidad. No sé ni por qué me escogieron. Pero puedo decirles que no soy muy machetero ni nada que se le parezca. Ni siquiera soy Doctor. Simplemente y para que mis jefes no me molesten hago mis artículos, doy mis clases y en las juntas de Colegio tengo cerrada la boca, pero no para que me pongan puntos en mis estímulos o me viatiquen en Congresos, a mí eso no me importa, si no para que se acaben más rápido. Y a mí me aburren como si estuviera viendo a La Nacademia, por eso prefiero estar solo en la educación ambiental y no echar relajo cuando me invitan a Guanajuato o a Pátzcuaro. No soy el único les podría contar lo que sucede cuando los educadores ambientales Fedro, Helio, Javier, Joaquín, Adrián, Pedro y otros cábulas se sienten libres en la cantina como en el recreo. Pero creo que ellos deben contarlo por ellos mismos.Pues digo que estoy en el Seminario y aquí estoy. Y justo con los más guerristas, cuyos nombres ya mencioné y otros cabrones que trajeron quien sabe de donde: algunos con cara de no matar una mosca, pero otros si francamente con rostros de pachecos. De haber ganado mil guerras sin soltar la cuba de la mano. Supongo que a estas alturas ya se habrán preguntado porque escogieron a los más desmadrosos de ambos grupos (literatos y educadores ambientales)- salvo yo, que soy más bien indiferente y gris, como ya quedó dicho - y no a los más aplicados, como ha sido siempre. Pues por dos razones: porque los más aplicados ya habían estado en todos los Seminarios, Congresos, Foros, Encuentros, Revistas, Conferencias y anexas, y, segunda razón, para ver si así se disciplinaban los relajientos. Porque según el ciudadanodirector, los revoltosos mejoran si los haces sentirse bien.
Yo tengo mis dudas al respecto, dado que ayer me soplé en forma estoica como ocho conferencias que hablaron de sémen en las sabanas, eucaliptos que no dejaban ver las carpas y viejas mal atendidas sexualmente por el diablo, camarones en veda que después no cenamos, decálogos infernales y recomendaciones desde el sentido común más genuinas que tratados internacionales, de las próximas cien novelas ambientales (o de Ciencia Ficción) a presentarse en las siguiente cincuenta FIL, de médicos nigerianos o fraudes financieros de gobernadores. De la última, la neta, no comprendí nada.Lo atribuí al cansancio pero como ya dije; yo callado, con gesto impasible. Pero creo que tampoco nadie estaba entendiendo ni madres, primero porque el moderador que está sentado bien padrotamente se bajó de su trono de moderador; luego se salieron los que nunca se salen aunque los corran y además fue el motivo de profundos análisis ya a la salida.
Luego a gastarnos como niños en kermes los boletitos con que nos premiaron. Todos a la barra y eso estuvo de poca madre. Después caímos en un antro ya totalmente confundidos, con libreros y otras especies que tomaban como albañiles el día de la Santa Cruz, y hasta bailamos abrazados junto al baño de damas en donde nos albergaron los del canal 22.
Hoy me toca hablar a mí y lo único que se me ocurre es gritar, es: ¡Viva la Vida, la literatura que la recrea y la educación ambiental que la acompaña! O ya de perdida preguntar: ¿dónde se quedaron los Sub comandantes Carlos Martínez Rentaría y Leo Mendoza la noche de anoche, porque yo, la verdad, ya perdí hasta la bandera que me trajo?
El hilito de sangre
En la literatura supongo también se nutre de conceptos, ideas fuerza. Sigamos algunos fraseos de Ruvalcaba que demuestren por que lo consulto religiosamente todos los lunes en el periódico:
Sobre las Anforitas, su estado desvalido al final y su homenaje mayor, dice:

Es común encontrar anforitas de este tipo en las banquetas. Se ve ahí la anforita vacía, sin una sola gota. Como un hombre sin alma. Se piensa en el hombre que se las bebió. Se buscan sus rostros. Se hurga cerca hasta encontrar sus huellas: unas gotas de sangre, una agujeta un periódico desojado. (Las anforitas) son botellas oblongas, cuya forma curveada se adapta al saco, esto es a la prominencia del pectoral. (…) Tal vez el más alto reconocimiento lo realizó Mike Figgis en Living Las Vegas. En aquella secuencia que Elisabeth Shue (Sera) le regala su respectivo recipiente a Nicholas Cage (Ben). Tal cual un pacto de amor y comprensión. (Diccionario inofensivo, pág. 78-79: 2001).

Sobre los actos impulsivos y no menos profundos a los que invita el afecto:

La idea no fue mía fue de Lalo. Es que el sabe lo que me aflige, lo que me jode aquí dentro. Por eso lo propuso; así como estábamos de briagos ir a la tumba de mi padre y sincerarnos con él: nos habíamos bajado casi un litro de ron cada uno. “Vamos a ver a tu jefe, se va a sentir a toadísima madre de verte hasta la madre, dijo. “ Vamos, pero ¿y si se encabrona?, dije” (16 de septiembre: 1992)

Confesiones afectivas sobre su relación con la naturaleza, tengo que decir aquí que este lo uso didácticamente en mis clases de investigación cualitativa. Leemos completos los 56 momentos, que a veces se interrumpen ante alguna pregunta como: Profe,¿qué es urgía?:

Chipote agoniza: Se orina. Se vuelve a mirarme. Me pide perdón con la mirada. Es la mirada más triste que he visto (56 años, 56 momentos: 2005).

Auto descripciones vestidas de elogios a otro escritor, que no aceptaría Eusebio pero así lo percibo.

Tengo a Tenessse Williams, que cada vez me maravilla más por ese modo de estrujar las entrañas, por su palabra punzante, que va directamente y sin complacencias pero sin escatimar belleza y arrobo, es el escritor que escribe más que conmovido, de rodillas ante la pesadumbre del ser humano, y aunque este atravesado por el desconsuelo del otro, no cede un ápice en el pulso de4 su historia. (Mi estudio: 2007)

De los sabores del planeta y el método para aproximarse a ellos:

A limón Así saben las gotitas de sudor que se quedan atoradas en la nuca. ¿Nunca las has probado? Son ricas. Lo primero que necesitas es acercarte a esa nuca que tanto deseas, acercarte con la lengua muy dispuesta a dejarte sorprender. Sí tu eres de los gandallas que no se asombran por nada ni de nada, entonces ni caso tiene que lo intentes, por que cuando esas gotas hagan contacto con tu lengua, no apreciaras el tesoro. ( A qué sabe una mujer : 2007)

El hilito de sangre: ¿Cuándo los educadores ambientales nos atreveremos a usar el lenguaje, la realidad, el cerebro y la creatividad así?; ¿A cuántos años luz estamos de esto?; ¿A cuanto nos aproximó la nave espacial la U de G en la Cantina La Maestranza con este evento?

A manera de conclusión: los búfalos mojados deben abrir la sesión o se extinguirán.
El saber trasmitido adopta siempre una apariencia positiva. En realidad, funciona según todo un juego de represión y de exclusión(…) de aquellos que no tienen derecho a saber, o que no tienen derecho más que un determinado tipo de saber; imposición de una cierta norma, de un cierto filtro de saber que se oculta bajo el aspecto desinteresado, universal, objetivo del conocimiento. El saber académico, tal y como está distribuido en el sistema de enseñanza, implica evidentemente una conformidad política.
Michel Foucault (La Microfísica del poder: 1980; 32)

La educación ambiental podrá ser todo menos una secta que se come en forma caníbal a sus miembros por exclusiones, castigos, divisiones, ostracismo, ocultismo y lenguajes crípticos. Es mucha la chamba por venir y muy poco el tiempo, para seguir en ese derrotero.

En poco más de una década de existencia la educación ambiental en nuestro país se volvió sectaria y perdió el foco. Confundimos el rigor con la descalificación. El apoyo con el regaño. El gremio con el sometimiento. Se empezaron a repetir los eventos en los que solo algunos eran invitados, para oír lo mismo de siempre como en una mala misa. La fuerza de la heterogeneidad alcanzada en la década de los noventa se fue diluyendo, entre discusiones estériles como si debía tener apellido o no la educación ambiental. Es cierto, continuó el trabajo en muchos educadores ambientales a lo largo del país pero casi siempre en forma individual, aislada y heroica.

Pongamos un ejemplo. En la educación superior de nuestro país, en particular, las cosas fueron peor, para poder subsistir tenía que ser presa de alguna forma de evaluación, que buscaba desaparecer y no comprender. Con el peso de indicadores, cuerpos académicos y padrones de excelencia los educadores ambientales se convirtieron en lo único que no podrían: unos ganapuntos.

Ya no la producción académica en educación ambiental por el muy noble fin que eso persigue, es decir, la de ser una estrategia que enfrente desde una trinchera educativa la crisis ambiental, en su lugar, fue apareciendo un hambre insaciable por saber si lo que hago será considerado positivamente para mi estímulo este año. Lo más terrible es que de esto y las insalvables divisiones que generan en los grupos académicos nadie quiere hablar. Es como de mal gusto. Está fuera de lugar. Becarás y dividirás; a eso esta quedando reducida la Política Educativa de la Educación Superior de nuestro país.

En ese contexto el campo de trabajo de la educación ambiental apuntó la mira a cuestiones como: los artículos arbitrados con refereo internacional y bases de datos de irreprochable selección. A buscar ser doctores y, por que no, a pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores. Lo cual insisto es de tal poder mágico y hay tal convergencia de eminencias en estas aspiraciones que no se debe cuestionar. Respeto pero describo: estoy viendo morir a las mejores cabezas de la educación ambiental en las universidades siguiendo un camino erróneo dictado por los más obscuros intereses educativos internacionales.

Tengo otra duda: ¿es este el fin de la educación ambiental?
La respuesta evidentemente es no. Si vamos al concepto mínimo de esta educación, el que menciona que es un proceso, una transdisciplina, que sensibiliza, que empodera, que permite construir alternativas para un mejor mañana para la sociedad y la naturaleza, una educación desde abajo, en el que siempre quedó implícito el cuestionamiento del sistema considerando la sustentabilidad como alternativa.
Cambio entonces la pregunta: ¿todo esto para quién?

Entonces pienso en la gente, o como le queremos llamar: clase, pueblo, comunidad, audiencia, sociedad civil, etc.

Medito que la literatura, el arte, la cultura tal y como la conocemos: creaciones humana, deben ser sus aliados. Pienso en todo lo que podrían enriquecer al campo. Ricardo Piglia señala que es narrar para que nos convenzamos del poder de la literatura:

Y quizá eso es narrar incorporar a la vida de un desconocido una experiencia inexistente que tiene una realidad mayor que cualquier cosa vivida.

Las palabras del escritor argentino me conducen a la borrachera de realidad y de estimulantes académicos en los que hemos caído. Deberíamos ahora nutrirnos y compartir más experiencia inexistente. O experiencias existentes como estos dos hermosos días en los que nos hermanamos literatos y educadores ambientales, saliendo fortalecidos ambos.

Quiero finalizar con un pensamiento no de alguna vaca sagrada pachona de puntos y súbditos, sino con el estribillo de la rola que puso mi hijo adolescente mientras nos conducíamos a ver el domingo cómo la máquina azul cazaba pumas en CU. Es de Enrique Bunbury, y la canción es una evocación, se llama Sácame de aquí:

Nos hemos equivocado teniendo toda la razón,
Pero aún podemos ser libres dentro de una canción.

[1] Palabras leídas en el Seminario sobre Literatura y Medio Ambiente, organizado por la Universidad de Guadalajara y la Semarnat, el 1 y 2 de Diciembre del 2008, en el marco de la Feria Internacional del Libro.

Percepción de los problemas ambientales de México a través de la mirada de estudiantes universitarios de licenciatura

José David Lara González*
Departamento Universitario para el Desarrollo Sustentable
Instituto de Ciencias
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México


Resumen
México enfrenta una problemática ambiental compleja y difícil. Los problemas ambientales del país se han ampliado y aumentado sus niveles de impactación. Se han dado esfuerzos gubernamentales y sociales para atacar estos problemas pero por múltiples factores no han resultado en soluciones satisfactorias.
Para alcanzar soluciones de fondo a los problemas ambientales habría antes que identificarlos, entenderlos, comprenderlos, jerarquizarlos y priorizarlos adecuadamente. Para optimizar los intentos y soluciones aplicados a los problemas del medio, es necesario replantearse cuáles son los más importantes para el país, puesto que mientras no se dé un conocimiento profundo de los mismos, las soluciones seguirán siendo paliativas.
La educación en general y la universitaria en particular tienen un papel relevante dentro del sistema: reconocimiento de problemas ambientales-soluciones a los mismos, dado que los universitarios de hoy son o serán los actores del mañana y, a través de su formación profesional así como de sus conocimientos, actitudes, creencias, deseos, capacidades y habilidades adquiridos en la escuela y en su experiencia de vida enfrentarán los retos para un ambiente mejor, digno y sustentable.
Para reconocer el manejo actual que estudiantes de licenciatura universitaria tienen de los problemas ambientales del país, se corrió un sondeo exploratorio en carreras profesionales directamente estructuradas sobre la problemática ambiental, en carreras ligadas a la “naturaleza” y en carreras “aparentemente” menos vinculadas a la misma problemática. Los resultados encontrados no reportan una situación muy propicia para que el alumnado referente participe más atinadamente en los procesos para atender los problemas nacionales del ambiente.

INTRODUCCIÓN
La educación universitaria de nivel licenciatura en nuestro medio viene siendo la educación formal terminal en numerosos casos. En general de ella egresan los universitarios para instalarse en el mundo laboral y social. Por lo tanto, los conocimientos, actitudes y capacidades con los que egresan son sumamente importantes para su incorporación satisfactoria y para la realización de los necesarios intercambios con el medio.
Por otra parte, la problemática ambiental de por sí es complicada y compleja y nos incluye y afecta a todos sin excepción. La búsqueda de soluciones a tal problemática es sin duda una tarea para todos y generalizada a todos los niveles existenciales. Sin embargo, para que se den o tan sólo se intenten dar soluciones dentro de este ámbito, es necesario primero entender y luego comprender los asuntos y problemas ambientales, para que con ello, tales rubros se asuman y asimilen en el grado necesario. Una vez recorrido este camino, la problemática ambiental podrá considerarse como internalizada primero a nivel individuo y en seguida a nivel comunitario y social. Será entonces cuando se pueda pensar que la problemática ha sido consensuada y concienciada. Así los resultados podrán ser las propuestas de acción para enfrentar los problemas ambientales reales, jerarquizándolos para luego conformar los planes, programas y proyectos que de este modo enfrentarán de manera más importante y seria las soluciones y los intentos de solución pensados.
Cuando no hay una profundización y claridad suficiente sobre la problemática ambiental, es difícil esperar soluciones importantes, trascendentes, significativas y de largo alcance en tiempo y espacio. En parte esto es lo que ha estado pasando y entonces, las soluciones e intentos de solución o no son alcanzados o no logran el impacto deseado y deseable. El planteamiento de fondo es que mientras no se logre una identificación acertada, justa, precisa, categórica de los problemas ambientales del país, es incongruente esperar solucionarlos.
Viviendo en el momento actual, podemos observar no sólo la carencia de soluciones satisfactorias a la problemática sino la agudización de los problemas que ya no se quedan en ciertas cuestiones quizás hasta materiales, ahora los problemas han crecido de tal manera que nos encontramos en una crisis y una crisis del sistema completo, una crisis del ecosistema global Planeta Tierra. Crisis no de unas materias y materiales sino una crisis de la existencia donde la vida misma se encuentra bajo riesgo, así, se dice que vivimos en la sociedad del riesgo.
Los egresados de las licenciaturas universitarias son los profesionales que con su actividad laboral y social participan también en el ambiente, lo quieran o no y se den cuenta o no, esto en una visión ampliada y general, pero de modo más específico, son ellos parte importante del venero social puesto que son o serán los profesionales que a su vez educarán a otros, tomarán puestos en la trama sociolaboral, serán políticos y ocuparán sitios de responsabilidad y representatividad. Ellos serán los pensadores, maestros, científicos, directivos y tomadores de decisión en el corto o largo plazo y ellos mismos dadas sus formaciones profesionales, serán los encargados de enfrentar los retos de su momento y más singularmente, en el rubro ambiental, serán los que intenten soluciones y las promuevan y ejecuten.
Es palmaria la función que los egresados universitarios de nivel licenciatura tienen dentro de la problemática ambiental. En este sentido, se realizó un sondeo exploratorio para verificar la situación presente en cuanto al reconocimiento que el alumnado de este nivel tiene sobre los problemas ambientales de nuestro país.


APROXIMACIÓN METODOLÓGICA
En una universidad pública del Estado de Puebla, México, se practicó un sondeo exploratorio en seis licenciaturas. Dos directamente vinculadas (desde su propia denominación oficial) con los temas del ambiente: Ingeniería Ambiental y Diseño Urbano Ambiental, grupo 1. Dos muy ligadas a la “naturaleza”: Ingeniería Agronómica Zootécnica e Ingeniería Agronómica, grupo 2. Y dos que podrían considerarse “comúnmente” como poco vinculadas a lo ambiental: Cultura Física y Diseño Gráfico, grupo 3.
El universo de estudio se muestreó en dos partes. Una submuestra de ingreso con alumnos del primer tetramestre de cada una de las seis carreras profesionales y, una segunda submuestra con alumnos pertenecientes al tetramestre más cercano a su momento de egreso en las mismas seis licenciaturas.
Mediante la doble evocación y bajo instrucciones de respuesta claras, simples y directas tanto en forma oral como por escrito se les aplicó directamente el reactivo:

Creo que los principales problemas ambientales de México son: _______________ y _______________.

Indicándoseles que sus respuestas eran totalmente anónimas y que cada espacio de llenado debería ser cubierto con una o máximo tres palabras.
La información fue recopilada y procesada sistemáticamente. El análisis de la información fue realizado acudiendo a la Teoría de las Representaciones Sociales revisando el contenido de las respuestas emitidas (Moscovici, 1979; Jodelet, 1986; Abric, 1994; Flament, 1994). Específicamente se aplicó la Teoría del Núcleo Central de las Representaciones Sociales (Verger, 1994; Guevara, 2005).
Puede entenderse por representación social a aquel conocimiento de sentido común que todos tenemos sobre un objeto, materia, suceso o fenómeno. Una representación social puede estar constituida por conocimientos, actitudes, valores, creencias, deseos, ideologías y es una forma de participar en el medio social. Es una forma de interpretación mediada de la realidad y un modo de acercarse a lo que en determinado momento parece ajeno. Es una manera de apropiarse de la realidad, una manera de percibirla y asumirla (Moscovici, 1979).
De acuerdo a la teoría aplicada, una representación social está estructurada por un núcleo central y un sistema periférico. El núcleo es la parte más importante de la representación social, contiene la información que dirige a la misma siendo al mismo tiempo la información más compartida dentro del sistema. Es la parte más estable de la representación y por lo mismo es la parte más difícil de modificar. El sistema periférico contiene a la información secundaria, colateral, que viene completando a la representación social, información que viene siendo menos compartida o definitivamente no compartida dentro del sistema informativo. Es menos estable que el núcleo central y por tanto es más sensible a los cambios. Cubre funciones de protección, asociación y actualización de la representación social (Jodelet, 1986; Flament, 1994; Guevara, 2005).
Reconociendo la importancia que las respuestas del núcleo central de las representaciones sociales tienen, de acuerdo a la teoría base del presente análisis, realizamos nuestra disertación presente basándonos directamente en este grupo de respuestas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La submuestra de ingreso quedó conformada por 175 alumnos mientras que debido a la presencia de un menor número de alumnos en los tetramestres de egreso, la submuestra correspondiente fue de 140 alumnos.
En la tabla 1 se muestran los núcleos centrales de las representaciones sociales encontradas en las licenciaturas levantadas para los dos momentos del muestreo, donde los números anotados son las frecuencias de aparición de cada respuesta.

Tabla 1.

Se aprecia que definitivamente la respuesta rectora es contaminación. No sólo aparece en los seis núcleos centrales, sino que en todos ellos es la consideración principal. La importancia medular de esta respuesta queda muy en claro cuando se ve que en promedio acumula el 77% de las respuestas nucleares del ingreso y el 64% de las de egreso, quedando un margen reducido para las demás respuestas. Esto demuestra la alta correlación que el alumnado le destina a la contaminación con la problemática ambiental y simultáneamente hace aflorar una situación de cierta homogeneidad entre las representaciones sociales encontradas: la respuesta agua aparece en cuatro de las seis representaciones. Basura también aparece en cuatro. Industrias en tres. Esto hace que sólo se encuentren cuatro respuestas adicionales: sobreexplotación, incultura, esmog y deforestación, las cuales recopilan un escaso 8% de la información nuclear.
En ocho respuestas el alumnado está aportando su información más importante sobre los problemas ambientales del país. Esto es significativo puesto que se evidencia una visión panorámica limitada del fenómeno estudiado. Se transparenta más su limitación cuando remarcamos que, en general, sólo un tercio de las respuestas nucleares es dejado para otros rubros o consideraciones aparte de contaminación. Sin embargo, el caso es aun más cerrado pues de acuerdo al contenido textual de las respuestas, esmog es otra forma de asumir o enunciar a la misma contaminación y en el caso de basura, puede pensarse que al menos algunas de sus apariciones serían debidas a su consideración como otro elemento o forma de contaminación. Si se acepta esta suposición, la representación social se comprimiría a tan sólo seis respuestas distintas: una perspectiva general recortada.

Al ingreso el alumnado viene con la formación propia que el medio sociocultural y su educación escolar hasta el nivel medio superior les ha brindado. Por lo tanto no resulta extraordinario que ubiquen los problemas ambientales del país en “lugares comunes” para el caso: contaminación, basura, esmog, industrias, sólo levemente matizadas con la respuesta agua. Con cinco enunciados están representando los problemas ambientales del país.
Al egreso, el estudiantado cargado de la influencia del medio sociocultural mediato e inmediato, ahora cuenta con la información-formación que su licenciatura le aportó, sin embargo, con excepción de la respuesta esmog, se repiten los “lugares comunes” del ingreso: contaminación, basura, industrias. Con el agregado agua. El ámbito universitario, el impacto sociocultural del medio y el lapso transcurrido les dotó sólo de tres elementos nuevos: sobeexplotación, incultura y deforestación. Consideraciones que si bien guardan su nivel textual de importancia, aminoran su potencialidad de categorización cuando se ve que en su conjunto alcanzan un escaso 14% de las respuestas nucleares del mismo egreso.

El grupo 1 son las dos licenciaturas directamente ligadas a la problemática ambiental: Ingeniería Ambiental y Diseño Urbano Ambiental. En la submuestra de ingreso presentan el núcleo central más corto, de sólo dos elementos y 51 respuestas nucleares en total, contra cuatro elementos nucleares del grupo 2 (las dos Agronomías) con un total de 54 nucleares al ingreso y, tres elementos nucleares del grupo 3 (Cultura Física y Diseño Gráfico) con un total de 57 respuestas nucleares al ingreso.
Aunque no hay una diferencia importante en el número de respuestas, resulta un tanto contrastante el hecho de que sea precisamente el grupo 1 el que muestre el menor siendo que hay igualdad de alumnos encuestados con el grupo 3 y una diferencia a favor del 1 respecto al grupo 2 de cinco alumnos más. También cabría resaltar un poco el hecho de que sea el grupo 1 el que presente el núcleo central más corto, pues podría plantearse la cuestión de: cómo con tan sólo dos consideraciones centrales estos alumnos están eligiendo cursar una licenciatura que versa necesariamente sobre tales tópicos. Decidiendo cursar una licenciatura que quizás sea la profesión a la cual dedicarán gran parte de sus vidas en un horizonte tan parcializado.
Puede pensarse que sus preocupaciones principales contaminación y agua, son tan acendradas en ellos que les llevan a resolverse por tales licenciaturas, pero esta suposición no se sostiene cuando se observa que esas preocupaciones son compartidas con los otros grupos de ingreso y esto es más claro viendo que la preocupación rectora contaminación, pese a ser mayor en el grupo 1, no hace la diferencia cualitativamente hablando con los otros grupos (43 versus 38 y 41) y menos cuando se toma en cuenta la ligera “ventaja” de cinco alumnos más respecto al grupo 2 y su empate con el 3, el grupo que podría suponerse como el “menos” vinculado con los problemas del ambiente.
Al egreso cambia relativamente la situación. En general se reduce ligeramente la preocupación por la contaminación estableciéndose una diferencia respecto al ingreso de un 13% (77 y 64%), la cual no denota una gran transformación.
En el grupo 1 donde sería bastante admisible la suposición de un cambio importante del ingreso al egreso en función de la naturaleza propia de estas licenciaturas, se observa una modificación leve, se sostienen las respuestas principales contaminación y agua, pero se abren las nuevas sobreexplotación e incultura, las cuales llegan a ser “exclusivas” para este grupo y momento y, llegarían a plantear una cierta manifestación disciplinaria. Ambas respuestas tienen su importancia textual, principalmente incultura, pues es la única consideración de tipo más “social” que aparece en las seis representaciones. Es la respuesta más “subjetiva” de todas o quizás la única, dentro de las nucleares. Estas dos respuestas disminuyen su importancia al determinarse que sólo acumulan un 25% de las respuestas nucleares de la representación de egreso y nada más para este grupo.
En los otros dos grupos la modificación del ingreso al egreso es menor que en caso del grupo 1. El grupo 2 que presentó al ingreso esmog como una respuesta “exclusiva” para este grupo y momento, lo cambia por la respuesta “exclusiva” para este grupo en el egreso deforestación, respuesta que podría asumirse como disciplinaria dado el espacio temático de las dos licenciaturas agronómicas. No obstante, repite los “sitios comunes” de su ingreso: contaminación, basura, industrias. Además, deforestación sólo recoge el 17% de las respuestas nucleares, limitando su jerarquía en la representación social. Señalaremos aquí una diferencia principal entre las representaciones del grupo 2 y las de los otros grupos. Carecen de la respuesta agua, preocupación presente en las cuatro representaciones restantes. Diferencia que cobra envergadura al reconsiderar que se está en el caso de las licenciaturas agronómicas y es de preguntarse las razones para no incluir la problemática del agua en sus representaciones. Si bien puede ser algo relativo en el ingreso, en el momento del egreso esa relatividad desaparece, pues ¿cómo habría de darse la agronomía sin atender los asuntos y problemas del agua? Y ¿cómo es que las demás licenciaturas se interesan por el agua y los agrónomos no? No resulta fácil explicar esta falta de inquietud de los agrónomos por el agua.
Pasando al grupo 3 encontramos un paralelismo alto entre las representaciones del ingreso y del egreso. La homogeneidad o similitud entre ambas representaciones nucleares es más conspicua que en los otros grupos. Los tres elementos del ingreso se repiten en el egreso incluso en la misma secuencia ordinal: contaminación, basura, agua; la naturaleza propia de este grupo de licenciaturas considerada, en lo general, de alguna manera como “menos” referida a la problemática ambiental se manifiesta mediante la aplicación de lo que son “lugares comunes” “tradicionales” para observar los problemas ambientales de modo cotidiano. Esto se refuerza con la aparición de la única respuesta del egreso que no se da en el ingreso, industrias, otro “culpable” común en nuestro entorno. La semejanza entre los dos momentos es más resaltante cuando se ve que la única respuesta distinta entre uno y otro sólo recoge un 7% de la información del egreso, lo cual la ubica al fondo de la tabla como una respuesta de poco peso categórico.
Podemos recapitular hasta aquí señalando que las representaciones sociales, estudiadas en sus núcleos centrales, están acusando una perspectiva sesgada y limitada de los problemas ambientales del país. Al mismo tiempo se observa que no hay una diferenciación amplia, realmente cualitativa entre los tres grupos comparados, ni entre el momento de ingreso contrastado con el de egreso. Por supuesto que hay diferencias entre los tres grupos y los dos momentos de la comparación, pero no llegan a ser amplias, trascendentes, por lo que lo que se tiene es un cuadro de homogeneidad entre las licenciaturas, escaso impacto del transcurso universitario y un acopio resaltante de “lugares comunes” para responder o identificar los problemas ambientales nacionales.

Ahora realizaremos un análisis crítico de las respuestas nucleares del alumnado universitario.

Se ofreció al alumnado la oportunidad de contestar el reactivo planteado mediante una, dos o tres palabras en cada uno de los dos espacios de respuesta, sin embargo, aplicando los estudiantes la “economía de expresión” todas las respuestas nucleares son de una sola palabra. Esto es relevante puesto que por un lado permite observar las potencialidades expresivas del alumnado y su capacidad de abstracción sintetizando complejidades en un máximo de tres palabras, cuestión que nos habla de su madurez intelectual y habilidad de análisis, así como de su capacidad de representación-explicación del fenómeno. Y por el otro lado, la carencia de una mayor expresividad dificulta la interpretación de esas respuestas, las hace más inespecíficas y afecta la calidad de las mismas.
Así, cuando responden en primer lugar contaminación, no podemos saber con precisión y exactitud de que nos están hablando. Hay muchos tipos y niveles de contaminación. Sería distinto el que contestaran por ejemplo: “contaminación del aire”, “contaminación del suelo”, “contaminación por residuos”, “severa contaminación tóxica”, “grave contaminación citadina”, “aguda contaminación ecosistémica”, lo cual no sólo daría una muestra de los conocimientos adquiridos y de sus propias experiencias de vida sino que mostraría mejor sus inquietudes y la forma más o menos comprometida de ubicarse ellos mismos en el medio. Pero no resulta de este modo.
Contaminación es la respuesta rectora de las representaciones sociales determinadas. Si bien este es un fenómeno de incuestionable importancia, para el caso de México en realidad no lo es, puesto que tenemos problemas ambientales más recalcitrantes, inmediatos, amplios y determinantes. La contaminación es una manifestación sumamente “trillada” de lo ambiental, resulta impactante toda vez que cuenta con una difusión masiva y espectacular con un “bombardeo” cotidiano de los medios masivos de comunicación-información que acuden al sensacionalismo y al inmediatismo, haciendo de los asuntos y problemas de la contaminación una mina fácil de explotar, cayendo en el populismo (quizás por lo mismo es el problema ambiental más popularizado) y tomando partido directamente dando orientaciones sesgadas que se acumulan en el conciente e inconciente colectivo, buscando en la base, transmitir sus propios intereses individuales o de grupo y clase, lo cual está más que corroborado.
La contaminación es un problema muy serio y difícil de atender sólo en ciertos lugares del país, bastante localizados. No restamos importancia a esta situación, pero el señalar a la contaminación como el problema ambiental más importante del país es una posición fuera de la realidad, no lo reconocemos así y no lo asumimos de este modo. Tenemos un país extenso y megadiverso en más de un sentido, con un mosaico de ecosistemas que resulta impactante y el aceptar, de acuerdo a la respuesta rectora, que se encuentran contaminados es una perspectiva falaz apuntalada por el desconocimiento de la magnitud y especificidades de la contaminación en el país, pero al mismo tiempo, permite ver el manejo generalizado y generalizante que el alumnado le otorga al término contaminación.
Se puede admitir que los ecosistemas nacionales no se encuentran (generalizando la situación necesariamente) en un estado óptimo, que muchos están bajo presiones muy fuertes y se hallan perturbados, pero ésta perturbación es de distintas formas y en diferentes niveles y la contaminación es tan sólo una de esas formas de perturbación del medio. Además, si está presente, también se da en diferentes maneras y grados, de tal manera que en algunos casos el daño puede resarcirse satisfactoriamente y con cierta facilidad o sencillez. Esto implicaría una permuta en la perspectiva de los problemas ambientales nacionales, perspectiva que no encuadra con la representación nuclear del alumnado.
Aún más, la contaminación es sólo una de las formas de perturbación o degradación del medio, como ya se dijo. En determinado sitio o ecosistema puede ser el problema principal pero en muchos otros las perturbaciones pueden ser de índole muy diferente a la contaminación, la cual también puede sumarse a la problemática de esos sitios en niveles menos severos o incluso estar ausente siendo la afectación del medio por otra forma de degradación. Así tenemos toda una lista de posibilidades de procesos perturbadores del medio que no son contaminación: desertificación, desertización, simplificación, erosión, inundación, sequía, sobrepoblación, cambio de uso, modo de manejo, etcétera. Cabe aclarar que perturbación no es sinónimo de degradación, puede haber perturbaciones inocuas o que hasta favorecen al medio. La degradación por definición es una transformación negativa del entorno, es la concepción de lo degradante, lo que empeora. Como corolario, la contaminación no es solamente de hechura humana, la contaminación puede ser netamente natural, algunas formas de contaminación están en la naturaleza desde siempre y desde antes de la aparición del ser humano.

Resultaría muy vasto y tardado el entrar en este grado de detalle en cada una de las respuestas nucleares recopiladas, por lo tanto, trataremos de abreviar tomando los puntos que nos parecen más relevantes.

Cuando señalan al agua como problema ambiental sin ninguna caracterización, no podemos saber a qué asuntos, problemas y grados están refiriéndose, de hecho no hay marco de referencia. No sabemos si hablan de la cantidad, de la calidad, de su distribución, de su uso, de su manejo, de su transformación en neomercancía, etcétera. Ni tan siquiera podemos intuir si lo asumen como problema por su exceso (inundaciones, tormentas, violencias) o por su escasez.
Algo semejante acontece con el resto de las respuestas nucleares, y recordemos que son las más importantes dentro del sistema informativo estudiado.
Indican a la basura como uno de los problemas ambientales principales del país, pero como sabemos, la basura no es un problema, la basura es otro recurso con el que contamos y esperamos no caer en el ecologismo-ambientalismo, pero podemos recomendar la lectura del libro: La basura es la solución, de A. Deffis. El problema con la basura no es ella misma sino su gestión, pero esto no es patente en las respuestas del alumnado.
Las industrias son tomadas por el alumnado como un problema ambiental sobresaliente. Sin embargo, de nueva cuenta dada la falta de expresividad, la respuesta resulta complicada para su manejo. No podemos entender si se refieren a que son muchas o a que son pocas: no sabemos si hablan de su exceso o de su carencia. Tampoco podemos explicarnos si se refieren a su desempeño, a su naturaleza, a su origen, a su distribución, a su papel de “motores del desarrollo”, en fin, carecemos de elementos que nos permitan realizar un análisis más acertado y valioso.
Anotan sobreexplotación sin mayor caracterización, entonces no se puede trabajar esta respuesta dado que no conocemos a que sobreexplotación se refieren: sobreexplotación de recursos naturales, de ecosistemas, de personas, de necesidades, de ideas, de creencias, etcétera.
Incultura es otra de sus respuestas medulares pero habría que ejecutar algunos malabarismos para atinar a que incultura se refieren: incultura escolar, ecológica, ambiental, etcétera. Parece ser una mala aplicación del término que debe ser especificado ya que presentado así resulta en una “huella sin sendero”: es muy difícil encontrar a una persona “inculta”, todos tenemos una cultura, todos pertenecemos en mayor o menor grado a una cultura y esa cultura, hasta tal vez sin darnos cuenta, está en nosotros y nosotros formamos parte de ella.
El que existan diferentes y muy numerosas culturas no implica que alguien “se quede sin cultura”, es decir, que sea “inculto”. Todavía más difícil es que la incultura sea el sello de todo un país como México, el cual es reconocido a nivel mundial por el tremendo paisaje cultural que presenta, recordando que prácticamente no existen las culturas puras, sino las mezclas culturales, las “culturas híbridas” y eso somos los humanos. Si bien en lo referente a la problemática ambiental podría acusarse en el país un comportamiento socioambiental no idóneo, eso no es incultura, en todo caso es una manifestación de una cultura, una cultura que no es proambiental. El término tiene que ser delimitado, expreso y demostrado. En realidad tenemos un significativo problema en cuanto a un déficit de cultura ambiental, igualmente tenemos un déficit de cultura científica y otros más (como el déficit de cultura para la lectura).
El esmog y la deforestación son las últimas respuestas nucleares de acuerdo a la frecuencia con que aparecieron. El término esmog no agrega mucha calidad a las respuestas nucleares ya que no es más que otra forma de denominar a un tipo de contaminación, en este caso del aire. Su relevancia categórica es menguada debido a que aparece exclusivamente en el ingreso del grupo 2 y acumula un escaso 1,7% del contenido nuclear. La contaminación del aire conocida como esmog es un problema importante (y muy importante) en varios sitios del país pero de ninguna manera es un problema extendido a lo largo y ancho del mismo: la mayor parte del territorio nacional está compuesta por ecosistemas agrestes y naturales donde afortunadamente el problema del esmog no existe o es bastante menor. La diversidad ecológica de México es la segunda en el mundo, sólo China posee más ecosistemas que nuestro país (Sarukhán, 2007) y esto aporta una “defensa” cualitativa contra la agresividad del esmog.
El término deforestación parecería un elemento nuclear disciplinar debido a que sólo aparece en el grupo 2, el grupo agronómico, exclusivamente en el egreso. Es un término relacionado con el área de conocimiento de tales licenciaturas y no sería nada extraño que lo aprendieran de sus materias y prácticas curriculares. Igualmente que en el caso del esmog, su valor categorial se ve reducido al representar sólo el 1.7% de las respuestas nucleares.
La deforestación en algunos lugares es un problema sumamente serio y es tan perturbador su efecto que la repercusión de ello podría alcanzar el nivel nacional. Sin embargo, nos permitiremos dos acotaciones.
La deforestación no es nada más un problema ambiental, sino que es un modo de manejo del medio. También es un fenómeno natural: hay zonas que son deforestadas sin la intervención del hombre, por múltiples factores o hechos entre ellos la presencia de plagas y enfermedades, las inundaciones y sequías, los incendios y más.
La deforestación puede ser planeada, programada y diseñada y entonces no conlleva necesariamente a degradación ambiental eminente, sí a modificación pero no por regla una de tipo negativo con consecuencias que lamentar para el medio. La deforestación incluye a la de tipo productiva: se deforesta tanto para aprovechar los recursos como para realizar cambios de uso y manejo así como para resolver algún problema de otra índole, como cuando tiene que deforestarse debido a que la población forestal se encuentra enferma, plagada o así. De hecho hay varias razones no “antiecológicas” para practicar una deforestación.
El otro acotamiento es que la deforestación viene siendo un caso particular de la simplificación, una forma de simplificar el medio o el ecosistema. Hay otras formas de simplificar los ecosistemas, la agricultura es una de ellas y sin embargo es una actividad necesaria y hasta hoy irremplazable para la sobreviviencia humana. Otra manera de simplificación es la extinción o reducción de especies. Más que la deforestación, el problema ambiental importante en el país en este sentido, lo es la simplificación de los ecosistemas, pero no forma parte de la información analizada.

Finalizaremos nuestro análisis intentando diametrar la información estudiada.

Las respuestas nucleares acusan una visión implícita de que los principales problemas ambientales del país son de manufactura humana en mayor o menor grado. Sin embargo, una sola de las respuestas acude explícitamente a una consideración social: incultura, respuesta que queda subsumida en el sistema, representando apenas el 2% de la información nuclear total. El alumnado se está sesgando por considerar como problemas ambientales a determinados fenómenos de cierta materialidad, hay una percepción fisicalista de la problemática ambiental. El 98% de las respuestas nucleares caerían en esta clase.
Esto es significativo. Se demuestra que no ha habido una asimilación de lo que el medio, el ambiente es. Se derivaría de las respuestas (aun dentro de su inespecificidad) que hay una concepción del ambiente subyaciendo estas respuestas. Una concepción equivocada. No se aprecia al ambiente como: “el espacio de las interrelaciones entre sistemas naturales y sistemas sociales” (González, 2004). Se lo está asumiendo (implícitamente) como materia ecológica (sin que dejemos de saber que se halla también la ecología humana) o quizás como materia de lo natural o de la naturaleza. Por tanto, los serios problemas “tradicionalmente” conocidos como sociales están quedando fuera de la esfera de lo ambiental, sin tomar en cuenta que el ambiente es la combinación de las esferas “natural” y social; entrecomillamos “natural” en función de que el ser humano y su asociación elaborada, la sociedad son naturales, son parte activa de la naturaleza.
Con salvedad de la respuesta incultura, el alumnado no está entendiendo que problemas ambientales delicados del país son: la injusticia, la pobreza-miseria, la salud-nutrición, la inseguridad, la inequidad-discriminación-marginación, el hacinamiento o mala distribución poblacional, el centralismo, el nacionalismo exacerbado, el malinchismo irracional, la migración ilegal, el consumismo, la drogadicción-alcoholismo, la corrupción, la violencia en todas sus manifestaciones y niveles, el presidencialismo, el desgobierno, el apolitismo, la politiquería, el nepotismo, la democracia mal planteada, asumida y practicada, el analfabetismo funcional, el individualismo-egoísmo, el economicismo-productivismo, la competitividad feroz, la anonimización, la inmoralidad-aneticidad, el nihilismo-anomia-ilegalidad, el fanatismo, la masificación social, el ocio negativo, la indiferencia-apatía-insolidaridad, la inconciencia-irresponsabilidad, la intolerancia. Mencionando unos y faltando otros y además sin un orden de priorización puesto que éste dependerá de la plataforma evaluativa; sin caer en la arrogancia de no reconocer que en la propia definición de lo qué se entiende por problema ambiental se da una controversia pero admitiendo al mismo tiempo que pese a ello, el problema ambiental es una construcción social que debe ser contextualizada (Aragonés y colaboradores, 2006).
Podría pensarse, como sucede en otras investigaciones y casos, que es “normal” el hecho de que los asuntos y problemas que de manera común y convencional se asumen como “sociales” son realmente distintos de los ambientales, que no forman parte de estos últimos y, que de ésta manera lo está pensando o manifestando nuestro alumnado y por ello no figuran en las respuestas emitidas. Empero no es así, el mismo alumnado participante en la presente investigación aporta muchas de las consideraciones “sociales” anotadas por nosotros en el párrafo anterior, la situación es que lo hacen de tal modo que les destinan una relevancia menor y por tanto aparecen en sus representaciones sociales pero en el sistema periférico, es decir, entre las respuestas secundarias, las menos compartidas y hasta las no compartidas (estas últimas son las que presentan la frecuencia 1, o sea, fueron enunciadas una sola vez, de ahí su “individualidad” o el ser “no compartidas”). Lo cual quiere decir que sí reconocen los “problemas sociales” como problemas ambientales pero les asignan menor trascendencia que los otros problemas “típicamente ecológicos o de la naturaleza”. También puede ser que tengan dudas y confusión al intentar “pensar” los problemas “sociales” como ambientales y habría que romper ese “esquema de pensamiento” encapsulado para abrirlo y extender su percepción.
Para resumir todos estos problemas en uno sólo, queremos indicar que lo que los alumnos no logran percibir como el problema de fondo, como el problema ambiental fundamental de este país (que no llegan a enunciar dentro de las respuestas nucleares), es el modo de vida, el modelo existencial practicado y dominante, el estilo de vida y su filosofía: el aparato y modelo global de desarrollo fundado en el “crecimiento” sin límites (Cuello, 2003). Ese es el problema ambiental primordial de México y tal vez de muchos otros países, quizás de todos. Del modelo de vida actual es del que se derivan el resto de problemas ambientales. Si se atendiera y modificara pertinentemente este modelo, hasta los elementos y factores de índole meramente natural que se llegan a traducir en problemas ambientales, serían menos impactantes, menos peligrosos y ocasionarían perturbaciones degradadoras menores y de duración más corta. Serían más tratables y resolubles. Ni que apuntar sobre los debidos directamente a la intervención humana.
Esta cosmovisión ambiental queda adeudada en las respuestas recopiladas. No podemos esperar soluciones trascendentes a la problemática ambiental mientras la gente no identifique satisfactoriamente primero lo que el ambiente es y luego, los asuntos y los problemas ambientales que son más que los problemas ecológico-naturales. Recordando aquí que en la actualidad y desde hace tiempo, el ser humano es el principal cincelador del medio en todo el orbe, haciendo eco de la advertencia de Alberto Einstein: “no podremos resolver los problemas que hemos creado, procediendo con la misma forma de pensar que los creó”.


CONCLUSIONES
· Los núcleos centrales de representación social están mostrando una visión sesgada y limitada de los problemas ambientales de México en la percepción del alumnado universitario referente.
· No se detectaron diferencias categóricas de las respuestas nucleares entre los tres grupos comparados: las licenciaturas que trabajan directamente con el ambiente, las agronómicas y las “menos” ligadas a la problemática ambiental.
· No se apreciaron diferencias sustantivas de las respuestas entre el ingreso y el egreso de las licenciaturas.
· Las respuestas nucleares no podrían tomarse fácilmente como apegadas a la realidad. Sostienen su propia realidad.
· Las respuestas nucleares resultan inespecíficas: son vagas y generalizantes.
· Las respuestas nucleares no denotan una disciplinariedad importante.
· Las respuestas nucleares son básicamente fisicalistas.
· Las respuestas nucleares desarticulan el ambiente: se ve lo ambiental como lo ecológico o natural y a lo social se lo separa del medio, esto es, los problemas humano-sociales no son incorporados dentro de los problemas ambientales significativos.
· Queda todavía una ardua labor por realizar para que los educandos de licenciatura universitaria cobren el papel que están destinados a jugar en nuestra sociedad, primeramente en el entendimiento-comprensión de lo que el ambiente es y después en la identificación precisa y más exacta de los principales problemas ambientales del país, para que entonces, de acuerdo a las prioridades del momento planteen, proyecten, programen y operen las soluciones más viables y convenientes para el medio.


BIBLIOGRAFÍA
Abric, J.C. 1994. Pratiques sociales et représentations. París: Presses Universitaires de France.
Aragonés, J. I. ; V. Sevillano ; B. Cortés y M. Amérigo. 2006. Cuestiones ambientales que se perciben como problemas. Revista Medio Ambiente y Comportamiento Humano. Vol. 7. No. 2. España.
Cuello G., A. 2003. Problemas ambientales y educación ambiental en la escuela. Documento de trabajo para la Estrategia Andaluza de Educación Ambiental. España.
Deffis C., A. 1989. La basura es la solución. Concepto. México.
Flament, C. 1994. Structure, dynamique et transformation des representations socials. En: Abric, J. C. Pratiques sociales et représentations. París: Presses Universitaires de France.
González U., E. 2004. Las concepciones del medioambiente en estudiantes de nivel superior. Biblioteca Digital OEI. Centro de Recursos Documentales e Informáticos.
Guevara M., I. T. 2005. Introducción a la teoría de las representaciones sociales. Universidad Autónoma de Sinaloa. Méx.
Jodelet, D. 1986. La Representación Social: fenómenos, conceptos y teoría. En: Moscovici, S. 1986. Psicología social II. Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Buenos aires.
Moscovici, S. 1979. El Psicoanálisis, su imagen y su público. Huemul. Buenos Aires.
Sarukhán K., J. 2007. Problemas ambientales globales : el otro lado de la moneda. Presentación. Academia de Ingeniería. México.
Verges, P. 1994. Approche du noyau central: proprietes quantitatives et structurales en structures des representations socials. En: Guimeli C., Compilador. Structure et transformations des representations socials. Delachaux et Niestle. Neuchatel.

*José David Lara González es ingeniero civil. Tiene estudios de maestría en hidrología subterránea y, en ciencias ambientales en el área de ambiente y recursos naturales. Actualmente es candidato a doctor en ciencias ambientales en el área de desarrollo sustentable y ambiente. Ha trabajado en proyectos de evaluación, uso, manejo y conservación de recursos naturales con énfasis en los recursos suelo y agua y, en investigaciones en el área de la educación ambiental.
e-mail:
filobobos2002@yahoo.com.mx

La Educación Ambiental en la Enseñanza del inglés en una Secundaria del D.F.

Oswaldo Escobar Uribe*

Resumen
En busca de una propuesta de integración de educación ambiental con la asignatura de inglés impartida en nivel secundaria, se diseñó y aplicó una unidad didáctica a un grupo de tercer grado, en una escuela pública del Distrito Federal. La importancia de ésta radica en que esta acción es un medio de información, formación y desarrollo de actitudes y conductas con respecto al medio ambiente en jóvenes adolescentes, aunado a la consolidación de la práctica en el idioma extranjero –inglés- que se enseña en secundaria.

No existe una dimensión ambiental que incida en los planes de estudio de este nivel educativo, por lo tanto esta intervención resulta ser una alternativa para promoverla, aprovechando la flexibilidad de ambas áreas para vincularse. Lo anterior redunda en una herramienta de comunicación para adquirir conocimiento, expresar y comprender ideas, sentimientos, experiencias, con lo que se busca el desarrollo de estrategias de aprendizaje e interacción con el medio ambiente.

El desarrollo de un trabajo como el presente abre la posibilidad de búsqueda de una formación de alumnos críticos, reflexivos y participantes de las propuestas de solución con respecto a la crisis ambiental.

Introducción
Desde una postura que considera a la educación como motor de cambio y una forma de entender, reflexionar y proponer al respecto del problema de la crisis ambiental; es decir, un vehículo que propicia actitudes y valores dentro de su tarea formativa, se consideró factible la integración de contenidos de educación ambiental en la asignatura de inglés de secundaria, al aprovechar la flexibilidad del método con que se enseña (enfoque comunicativo) y que permite la inserción de contenidos transversales.

Fue así que se puso en marcha el diseño de una unidad didáctica que logrará conjuntar ambas temáticas resaltando las formas de relación que establece el ser humano con el medio, de tal suerte que se lograra sensibilizar ambientalmente a los alumnos y se les dotara de los elementos necesarios para generar blasones de conocimiento e información para reflexionar sobre las manifestaciones locales y globales de la crisis ambiental.

A partir de ello, los alumnos con los que se trabajó conocieron sobre dicha crisis a través de la lengua inglesa y mediante actividades didácticas que les permitió interactuar y reconocer diversas aristas de la crisis, al tiempo que ejercitaron la lengua extranjera.

Como seres afectivos y conscientes de su realidad, estos alumnos tan sólo requirieron del impulso y sensibilización adecuada para involucrarse positivamente en los temas de educación ambiental. La propuesta generó el interés por participar y aportar.

De este modo, se realizó una investigación de corte cualitativo, descriptivo e interpretativo para acercarse al objeto de estudio, con una intervención didáctica de varias sesiones videograbadas. A partir de ésta, se hizo un análisis crítico de las actividades de enseñanza, se interpretaron los resultados basados en cambios en conductas, en los productos escritos elaborados, en las valoraciones de los alumnos y los conceptos que desarrollaron a partir de los significados generados.

Una educación en valores ambientales
Hoy en día, los educadores ambientales buscan llegar a una sensibilización y revaloración del sentido del medio para la búsqueda de alternativas que ofrezcan probables soluciones para mitigar y revertir síntomas de la crisis ambiental. Claro está que en esta crisis lo social va primero, porque es evidente que el estilo de desarrollo nos ha llevado a una crisis de modelo civilizatorio. Es decir, la sociedad vive en un contexto donde el cúmulo de problemas de tipo ambiental es consecuencia de una historia donde la humanidad viene gestionando los recursos naturales de forma inadecuada.

Una educación permanente y de auto educación ambiental en familias y escuelas es necesaria para que surja una convicción razonada de lo bueno o lo malo que nos aqueja y se modifique en cierto sentido la escala de preferencias de las creencias o convicciones (valores) que ya tiene implantada cada individuo, De ser esto así, se posibilitará la redefinición de conductas o escalas a modo de que se permita encontrar un nuevo sentido a lo que se hace y a la responsabilidad de los actos, de la toma de decisiones y de la resolución de conflictos personales, familiares y de relación humana, entre otros. Sin embargo, los valores inculcados en el sujeto, como individuo, no son suficientes ante intereses económicos y políticos de grandes empresas.

La educación nos brinda así la oportunidad de incidir en muchas más personas para lograr esta meta, porque la crisis ambiental no es cosa fácil de abordar, puesto que tiene que ver con múltiples dimensiones como son: la económica, social, cultural, natural, política y educativa. En este último punto está nuestra oportunidad de sumar esfuerzos. La educación se presenta como una de las mejores herramientas para impulsar y realizar esa transformación. No obstante, la pregunta se hace inevitable ¿qué ha de trasmitir un educador ambiental? Simplemente inducir procesos de reflexión impregnados de objetividad, que apelen a la crítica y a la propuesta.

Ajustes al currículo
La educación ambiental se ha llevado a la práctica a través de programas educativos formales (escolarizados) y no formales (extraescolares). En el caso específicamente de la educación formal, se caracteriza por vincularse a los planes de educación general escolarizados.

En la Educación Secundaria, inicialmente se incluyó oficialmente al currículo una materia opcional denominada Educación Ambiental, asignatura organizada en torno problemáticas ambientales. El enfoque del programa consideraba el contenido de las unidades mediante las interrelaciones que existen entre las asignaturas del plan de estudios para su planteamiento en concordancia con la realidad. No obstante, algunas críticas al programa señalaban un mal diseño curricular, imprecisión conceptual, visiones cargadas al terreno ecológico y carencias de líneas que posibilitaran una correcta aprehensión de los fundamentos para incidir en cambios culturales, básicos para el establecimiento de una autentica educación ambiental” (Villegas, 2004). No obstante, ésta era hasta entonces la única opción, tal vez no muy afortunada para la educación ambiental dentro plan de secundarias.

A partir del 2006, con las reformas y transformaciones al currículo que trae el nuevo Plan y Programas de Estudio para Educación Secundaria, se establece en uno de los rasgos deseables del egresado de educación básica que el alumno emplee sus conocimientos adquiridos con el fin de interpretar y explicar procesos sociales, económicos, culturales y naturales, así como para tomar decisiones y actuar, individual o colectivamente, en aras de promover la salud y el cuidado ambiental, como formas para mejorar la calidad de vida. (RES, 2006: 26)

Otra característica del plan y programas de estudio, en su inciso “G”, hace referencia a la incorporación de temas en más de una asignatura. Una de las prioridades del currículo es favorecer en los estudiantes la integración de saberes y experiencias desarrolladas en las diferentes asignaturas. Asimismo, se busca que dicha integración responda a los retos de una sociedad que se transforma de manera vertiginosa por impulso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y que demanda de todos sus integrantes la identificación de compromisos con el medio natural y social, la vida y la salud, y la diversidad cultural.

Desde este interés, se identificaron contenidos que se abordan transversalmente con diferente énfasis en varias asignaturas. Dichos contenidos están conformados por temas que contribuyen a propiciar una formación crítica, a partir de la cual los alumnos reconozcan los compromisos y las responsabilidades que les atañen con su persona y la sociedad en que viven. Dichos contenidos son:

● Educación ambiental
● La formación en valores
● Educación sexual y equidad de género

El desarrollo de éstos es responsabilidad de la escuela e implica que los programas de las asignaturas destaquen los vínculos posibles entre las mismas; que las asignaturas compartan criterios para graduar su estudio por cada grado; que el trabajo escolar incluya temas y situaciones de relevancia social y ética, y que se realice un trabajo colectivo entre los docentes de diferentes asignaturas.

Particularmente, en cuanto a educación ambiental, uno de los criterios de la construcción curricular atiende de manera específica la urgencia de fortalecer una relación constructiva de los seres humanos con la naturaleza. Se parte del reconocimiento de que esta relación está determinada por aspectos físicos, químicos, biológicos y geográficos, así como de factores sociales, económicos y culturales susceptibles de tener un efecto directo o indirecto, inmediato o a largo plazo sobre los seres vivos y las actividades humanas.

Lo anterior, llevó a considerar la educación ambiental como un contenido transversal articulador de los contenidos de las asignaturas en los tres niveles educativos básicos. La intención es promover conocimientos, habilidades, valores y actitudes para que los estudiantes participen individual y colectivamente en el análisis, la prevención y la reducción de problemas ambientales, y favorecer así la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras. Por tanto, es importante encontrar alternativas que permitan incorporarla como elemento que propicie cambios de pensamiento en los alumnos con respecto a su papel de su participación como individuos en la sociedad.

Génesis de la propuesta y los elementos que la integraron
Abrevada de las discusiones y lecturas de la Maestría en Educación Ambiental, y como resultado de un proceso de reflexión y convicción personal, surge la idea de integrar a mi práctica docente como profesor de inglés la educación ambiental, mas no como un contenido, sino a partir de su dimensión.

En el campo del currículo, la dimensión ambiental representa la búsqueda de una mayor integración y unidad. Abre la constitución de un espacio de confluencia curricular que puede establecer puentes de diálogo entre campos del conocimiento que regularmente se encuentran incomunicados y que bloquean con ello las posibilidades de enfoques más globalizadores en el estudio de la realidad. La potencialidad de lo ambiental radica en la posibilidad de convertirse en un sistema abierto de significaciones para encontrar otros sentidos al conocimiento y aprendizaje. Esta capacidad de articulación de lo ambiental ofrece en el campo del currículo escolar enormes posibilidades de significación en torno a un tema-problema de actualidad como lo ambiental.

Con esto en mente, el segundo paso fue incorporar ésta a las prácticas de enseñanza de la lengua inglés, que implicaba asimilarla a través de la comunicación escrita y oral en esta lengua, misma que también se considera un contenido transversal por su aportación a cada una de las áreas disciplinares. Al haber una estrecha relación entre lenguaje y pensamiento, el primero posibilita al ser humano el configurar y repensar el mundo que le rodea y le permite planificar acciones, organizar ideas y analizar sus propios procesos de pensamiento.

El tercer paso para la integración fue el diseño de una unidad didáctica que se fundamenta en tres elementos. El primero sería el Enfoque Comunicativo, que es el método con el que se enseña la lengua inglesa en la Escuela Secundaria y pretende dotar al aprendiz de saberes mediante una participación más activa en su aprendizaje. El otro son los contenidos transversales, que en este caso son los elementos de aprendizaje que se encuentran siempre presentes en las competencias de las diferentes áreas del conocimiento (Roth, 2000: 27). Por último, un enfoque de enseñanza y aprendizaje constructivista.
En la planificación de la unidad didáctica se intentó programar la transversalidad dentro de procesos de enseñanza y aprendizaje que involucraran a los alumnos de manera consciente y formal con aquellos elementos que les posibilitara conocer sobre algunos síntomas de la crisis ambiental, ser críticos y abiertos ante la complejidad temática, permitiéndoles reflexionar y propiciar, en el mejor de los casos, cambios de pensamiento respecto al papel que juegan en el entorno que les rodea y de su participación como individuos en una sociedad que muestra claros signos de una crisis ambiental global. Por este sería el tercer elemento que ayudaría a explotar el conocimiento previo o estructuras preexistentes que no necesariamente tienen que ser de contenidos curriculares, sino de campos del conocimiento que los alumnos ya poseen o aprehenden de la realidad donde se desenvuelven. Para el aprendizaje de la lengua inglés y de la dimensión ambiental, y para obtener un aprendizaje significativo, la enseñanza debería centrarse en intereses que confluyeran de una u otra dirección. Se esperaba entonces que en el proceso de aprendizaje se dieran cambios o reorganizaciones en sus conocimientos, capacidades, actitudes, valores o creencias, esto se lograría con la aplicación de un enfoque de enseñanza constructivista.

Así, la integración de la educación ambiental y del idioma inglés a través de un proceso que gira en torno a los contenidos transversales, el enfoque constructivista y el comunicativo pretendía impactar en el alumno significativa e interdisciplinariamente, dando como resultado nuevas formas de aplicación del enfoque que toman en cuenta estos tres elementos, además del contexto de enseñanza, la edad y el nivel de dominio de los estudiantes, de los objetivos, o metas de aprendizaje, entre otros (Ver fig. 1).
Fig. 1

La propuesta de intervención
Las actividades didácticas se aplicaron durante cinco sesiones en el mes de mayo. Éstas se llevaron a cabo en el turno vespertino de una escuela secundaria diurna ubicada en la calle de San Idelfonso, en el Distrito Federal. Una característica de las escuelas vespertinas es el número reducido de estudiantes. En este caso, el grupo lo conformaban 10 alumnos: 5 hombres y 5 mujeres, entre los 14 y 15 años de edad. Nueve de ellos eran hijos de vendedores ambulantes de la zona y algunos ayudaban en el negocio familiar.

Las condiciones académicas, de contexto y temporalidad fueron elementos que demandaron adecuaciones a la planificación inicial, mismas que en lugar de ser obstáculo enriquecieron la experiencia docente. Tales aspectos fueron un nivel de inglés bajo, traducido en un manejo de la lengua extranjera deficiente. Una actitud desinteresada hacia el estudio en general, una constante ausencia de profesores, y la ejecución en un mes que tiene varios días feriados y de descanso (mayo), además de un ritmo de trabajo particularmente lento.

Debido a las características descritas, después de trabajar la primera sesión y de aplicar las primeras actividades diseñadas, se tuvo que reajustar la secuencia didáctica, reduciendo la cantidad de contenidos y la complejidad en la elaboración de las actividades. La unidad didáctica quedó de la siguiente forma:

PRIMERA SESIÓN
Actividad de la Dimensión Ambiental
: Síntomas de la crisis ambiental
Vocabulario:
i) Basura
ii) Prostitución
iii) Crisis económica
iv) Economía informal
v) Urbanización
vi) Contrabando
vii) Abuso infantil
viii) Contaminación del aire
ix) Migración
x) Congestionamiento vehicular
xi) Pobreza
xii) Delincuencia
Descripción: Presentación en Power Point del vocabulario básico para la construcción del conocimiento nuevo.
Actividad de la Enseñanza de inglés: Presentación de vocabulario
Vocabulario:
i) Garbage
ii) Prostitution
iii) Economic crisis
iv) Underground economy
v) Urbanization/city planning
vi) Smuggling
vii) Child abuse
viii) Air pollution
ix) Immigration
x) Traffic jams
xi) Poverty
xii) Crime
Descripción: Familiarizar a los alumnos con los sonidos y la grafía de las palabras para que las asociaran cognitivamente con las imágenes presentadas.

SEGUNDA SESIÓN
Actividad de la Dimensión Ambiental: Problemógrafo:
Descripción: Comprensión del tema a través de ejemplos dados por el alumno y elaboración de una tabla con causas que provocan cada síntoma.
Actividad de la Enseñanza de inglés: Uso de adverbios de frecuencia como “often seldom or never” en oraciones controladas.
Descripción: Expresar apreciaciones personales a partir de identificar los síntomas más graves y menos graves de la sociedad.

TERCERA SESIÓN
Actividad de la Dimensión Ambiental: Videoproyección:
“Los Elementos”
Descripción: Tratamiento del tema de “equilibrio naturaleza-hombre” con la finalidad de promover una visión globalizada de la crisis ambiental
Actividad de la Enseñanza de inglés: Predicciones sobre el futuro basado en hechos del presente y del pasado.
Exponentes de la producción lingüística:
In early times, man.
Nowadays, man...
In the future, man...

CUARTA SESIÓN
Actividad de la Dimensión Ambiental
: Periódico mural
Descripción: Identificación de síntomas de crisis ambiental en su comunidad, relacionándolos con la dimensión social, política, cultural, económica, etc.
Actividad de la Enseñanza de inglés: Describir problemas.
Exponentes de la producción Lingüística:
I think, crime is related to...
In my community _____________ the most severe symptom I observe is ___________and this is caused by _______________.

QUINTA SESIÓN
Actividad de la Dimensión Ambiental: Canción “Nosotros somos los marranos” del grupo El Personal y Cuestionarios de evaluación.
Descripción: Reconocimiento de los síntomas de la crisis ambiental que trata la canción y opiniones por escrito de los alumnos sobre los temas tratados en las sesiones.
Actividad de la enseñanza de inglés: Expresar opiniones
Exponentes de la producción lingüística:
What I liked the most about the song is../What I disliked the most about the song is ...
In these sessions, I learned….

Para el material visual de apoyo se buscaron y seleccionaron algunas imágenes y fotografías en Internet para elaborar una presentación en Power Point. Se pretendía que el impacto visual de cada imagen estuviera ligado no sólo a un concepto sino también a su significado en inglés.

De ahí se explorarían los conocimientos que los alumnos tenían con respecto a la dimensión ambiental. La comunicación en L2 sería controlada a través de frases que el alumno personalizaría según vivencias personales. En las siguientes sesiones, se construiría alrededor de estas mismas imágenes nuevos saberes y otras estructuras lingüísticas que darían sentido a los sucesos presentados, esperando del alumno descripciones y opiniones propias, todo esto en L2.

Los alumnos a través de la lengua inglesa compararían y contrastarían la problemática presentada, expresarían opiniones y harían predicciones futuras. De este modo, se pretendió conjuntar aspectos socio-culturales y lingüísticos para que los alumnos conocieran, hablarán y opinarán sobre los síntomas de una crisis ambiental.

Durante el proceso se revisarían algunas expresiones de tiempo futuro y se pretendería que los alumnos las utilizaran describiendo las problemáticas que habían observado en su entorno inmediato –escuela y colonia- con la elaboración de un mapa conceptual y periódico mural e, idealmente, propusieran soluciones para cambiar actitudes negativas de la sociedad que afectan al medio ambiente.

Cognitivamente, durante los procesos de enseñanza-aprendizaje, se buscaría que los alumnos asociaran palabras del inglés con el tema de síntomas de la crisis ambiental y emplearan su conocimiento previo para hacerlo significativo. Los alumnos escribirían en L2 comentarios personales con respecto al material presentado, harían preguntas para clarificar significado y cooperarían para resolver los ejercicios, valorando así los resultados a través de la retroalimentación.

La secuencia de actividades se diseñó de lo simple a lo complejo, comenzando por el aprendizaje de palabras nuevas, para dar paso a la adquisición de conceptos y finalmente producir oraciones. Se haría hincapié en la pronunciación y las actividades pasarían de lo mecánico a lo significativo hasta llegar a lo comunicativo. El profesor en este caso sería el mediador y llevaría al alumno a la reconstrucción de los conocimientos, esta vez en la lengua meta. El alumno, por otro lado, aportaría su conocimiento previo y lo relacionaría con aquella información que considerara relevante y nueva.

Las actividades se propondrían para una interacción grupal con las actividades de apertura, en pequeños grupos o parejas para las actividades comunicativas o libres, e individual para la reflexión y momentos de evaluación. Las clases se impartirían en el aula en cuatro ocasiones. En la tercera sesión los alumnos verían un video y para ello se requeriría trasladarlos al auditorio.

Las frases que se presentarían en inglés serían únicamente modelos de las producciones lingüísticas que se esperarían de los alumnos. El vocabulario, así como las frases se construirían en la medida que el alumno requiriera de éste para expresarse. La dimensión ambiental, por otro lado, se integraría a través de las actividades y los alumnos aportarían experiencias y vivencias relacionadas con los temas; enriquecerían los mismos al vincularlos con su entorno, modificando así su punto de vista y, con suerte, su actitud hacia la problemática ambiental.

La evaluación sería continua y se buscaría a nivel lingüístico la fluidez y precisión en la producción de las oraciones modelo, aunque en esta ocasión con menor grado de complejidad en la producción de oraciones. Por otro lado, se esperaría que los alumnos manejaran la noción de los conceptos y reconocieran los síntomas de crisis ambiental, así como sus interrelaciones a nivel internacional, nacional y local.

La aplicación, los obstáculos a vencer y los resultados
De las sesiones se destacan aspectos que estuvieron presentes en la interacción con los alumnos y se consideraron categorías de análisis de los resultados, tales como las variantes en el uso de L2 en el aula. De este aspecto se concluye que los alumnos tardaron en demostrar la comprensión del tema por el uso del inglés, pero a medida que se les permitió el uso del español adquirieron seguridad, la participación fue más y libre y los alumnos pudieron recurrir nuevamente al inglés en la producción de oraciones en L2 para expresar sus comentarios.

Se adoptó el rol de mediador y facilitador de L2 además de experto de EA. Esta combinación fue un acierto así como lo fue el reconocer sus participaciones. Escuchar co atención las opiniones expresadas y comentar al respecto, ofreciendo puntos de vista ayudó a la interacción que resultó benéfica no sólo para el ambiente y desarrollo de la clase, sino también para fortalecer el vínculo profesor-alumno y levantar la autoestima del adolescente

Fueron dos los espacios físicos que se emplearon: el aula y la sala de proyecciones. En ambos casos el espacio contribuyó a la interacción pero los tiempos fueron reducidos lo que posibilitó la realización de una o dos actividades. Lo positivo es que todos los asistentes tenían oportunidad de participar más de una vez debido al número de asistentes.

Los contenidos de la lengua extranjera se adaptaron muy bien a los de educación ambiental lo que permitió más de una forma de integrarlas. Además, la intención final de esta propuesta se logró pues la producción de oraciones de los alumnos dio cuenta de haber adquirido una comprensión más compleja y sistémica de la crisis ambiental.
El acercamiento de los alumnos hacia temas de educación ambiental promovió un reajuste de ideas y concepciones, además de despertar su interés. Los alumnos consideraron las clases útiles y la actitud observada también fue un punto a favor, porque los alumnos abandonaron la actitud pasiva y retraída, para convertirse en individuos generadores de opinión y sugerencias.

La integración de ambas asignaturas trastocó la realidad de los alumnos, despertó sentimientos, cambió actitudes y niveles de motivación hacia el aprendizaje y la escuela en general. Prueba de ello es que los alumnos lamentaron la interrupción de estas clases y opinaron que los temas vistos habían sido importantes.

En resumen, los elementos de análisis fueron la secuencia de actividades de enseñanza y aprendizaje, el papel del profesor y alumno, la organización social de la clase, la utilización de espacios y tiempos, la organización de los contenidos transversalizados, además del uso del inglés y avances en una alfabetización ambiental.

Conclusiones
El principal desafío de propuestas como la que aquí se presenta está en las condiciones de trabajo y conductas que alumnos adolescentes de secundaria tiene en las aulas. Sin embargo, la solución está en la adaptación de cualquier intervención didáctica al contexto y características de los alumnos a los que se dirija, flexibilizando la cultura pedagógica que predomina en las aulas. La postura no fue la de enseñar sino la de compartir ideas y conocimiento. Los alumnos lo comprendieron así y en su preocupación por responder y aportar un punto de vista en torno a los materiales y cuestionamientos que se generaban, dos interesantes procesos de cognición y aprendizaje tenían lugar: el de la lengua y el del descubrimiento de una crisis ambiental multidimensionada.

El acercamiento hacia los contenidos transversalizados se facilitó gracias al vínculo que se buscó dentro de su realidad. Las participaciones fueran pocas, tímidas y a veces monosilábicas en principio pero fueron cambiando y se observó en las actitudes y valores de estos alumnos hacia el trabajo en clase, el uso del inglés y la misma participación en el aula.

Se sortearon problemáticas comunes del nivel secundaria tales como la apatía, el desinterés, el ausentismo, el control de grupo, las conductas disruptivas, entre otros, pero en ningún momento trascendieron los límites normales y tampoco obstaculizaron el desarrollo de las clases.

Las evidencias del trabajo y la conducta que mostraron a la propuesta de actividades indican que es factible lograr los resultados que busca la educación ambiental y que la vía puede ser el abordaje de estos temas en otras asignaturas, pero en particular en la asignatura de inglés en secundaria.

Esta intervención también fue una forma de indagar cómo podría darse el tratamiento de contenidos de educación ambiental en la escuela secundaria. A partir del análisis de los planes y programas de estudio, del programa de educación ambiental para tercer grado de secundaria vigente y los resultados de un diagnóstico previo aplicado, se comprendió que la visión que se trasmite a los jóvenes está muy alienada a un discurso de Estado. Es decir, se considera que el origen del problema está en la naturaleza y la solución está en atenderla. Proyectos escolares que abarcan desde la participación en programas de reforestación hasta pequeños invernaderos, resaltan una visión de corte conservacionista de sus profesores, pero omite la mirada hacia el sujeto en sociedad y la complejidad del sistema con implicaciones económicas y políticas, aunados a culturas consumistas.

No obstante los problemas de índole social tales como la inseguridad, la inestabilidad económica y el uso de las drogas son problemáticas que están en los contextos de los estudiantes de secundaria, que los reconocen y padecen, por ello cuando los alumnos elaboraron sus oraciones en inglés señalaban estos problemas como los que más les preocupaban o los que consideraban más graves, por ello al lograrse la integración de contenidos de educación ambiental en la asignatura de inglés, ésta misma se convirtió en una herramienta útil para que los alumnos aprehendieran la realidad de la crisis ambiental desde la subjetividad de sus actos cognoscitivos.

Los alumnos del grupo de 3A lograron objetivar los problemas que padecen y les preocupan de manera sistemática, logrando una visión más globalizadora que les permitió conectar las partes y su relación con el todo. Esta fue una de las acciones de sensibilización ambiental que se esperaría que la Educación alcanzara para realmente generar cambios sociales.

Se sugiere planificar integrando no sólo los contenidos, sino a los alumnos con los contenidos. Esto demanda un acercamiento a ellos, una comunicación cara a cara y una indagación previa de su entorno, intereses y necesidades. Desde esta comprensión, el diseño puede ser más certero y los resultados totalmente satisfactorios en ambos sentidos, tanto para el diseñador como para el que sigue el diseño; es decir, congruente en ambos. De tal forma, el eje articulador de las dos asignaturas, que fue la unidad didáctica tratada desde los enfoques propuestos, comunicativo y constructivista, fueron un acierto y lo podemos valorar en los resultados ya comentados.

Desde el tratamiento de la lengua, se sugiere también invitar a los alumnos a comunicar su sentir en inglés sin preocuparse en dar énfasis a la construcción gramatical, de este modo la comunicación será el medio, la forma de significar y no un objeto de estudio. Por otro lado, el constructivismo permitió poner en el centro al alumno y que la clase girara al ritmo y construcciones de éstos.

Esta propuesta representa la búsqueda de soluciones viables a las problemáticas que la sociedad vive y una forma de retribuir al hecho educativo en dos vías: en la visión de vida que me ha proporcionado y en la certeza de generar cambios a través de la práctica docente.

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* Alumno recién titulado de la Maestría en Educación Ambiental de la UPN 095 D.F. Azcapotzalco.